Sufriendo más de 12 años, no se conformó con la enfermedad. Aunque muchos médicos habían tratado de curarla, sin éxito, y ya sin nada de dinero para pagar nuevos tratamientos, ella creyó que su cura estaba cerca. Con mucho esfuerzo, atravesó la gran multitud, luchando contra el tumulto y contra su propia enfermedad, y tocó el manto de Jesús: “Si tocare tan solamente su manto, seré salva.” Marcos 5:28
En ese mismo momento fue sanada de la hemorragia que la atormentaba hacía más de una década. Jesús, percibiendo que salió poder de Él, le declaró a aquella mujer: “Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.” Marcos 5:34
Al igual que la mujer hemorrágica, cada persona tiene el derecho de buscar la cura y la Salvación en Dios. Para eso, sin embargo, es necesario esforzarse. Es lo que afirmó el obispo Edir Macedo durante la Palabra Amiga trasmitida por Red Aleluya.
“Jesús andaba en medio de los afligidos, y cuando alguien Lo invocaba, Él atendía. Si no lo invocaban, Él no hacía nada”, dijo el obispo. “Él no salía por los hospitales poniendo las manos sobre los enfermos, Él no salía llamando de puerta en puerta, nada de eso. Quien estaba enfermo tenía que ir atrás de Él, mostrar la fe, para probar que estaba en la fe, que creía en Él. Así sucedió con la mujer hemorrágica.”
El obispo destacó que, muchas veces, la persona espera que alguien actúe en su lugar. Ella se rinde delante del problema y espera que un amigo, un obrero o un pastor vaya a rescatarla. Pero la Biblia muestra en numerosas ocasiones que la actitud correcta es la contraria. Sin depender de nadie más, el afligido debe caminar hasta Dios y mostrar que confía en Él y que desea Su ayuda.
“Esta es la única manera que entiendo de despertar la fuerza que hay dentro de usted. Si usted tiene esa fe, use esa fe”, recomendó el obispo. “Vaya en búsqueda de la Palabra de Dios, de una Palabra que usted necesite. Y también ponga las rodillas en el piso y ore, hable con Dios. ¿Usted necesita a alguien para hablar con Dios? ¿Usted necesita a alguien para comunicarse con Dios? ¿Usted necesita a alguien para que le traiga una palabra de Dios? Y la Biblia, ¿ no vale nada? ¿Es solo un libro? No.”
El error de muchos afligidos
El engaño de muchos sufridores es creer que Dios resolverá todos sus problemas. Muchas veces, aunque la persona esté frecuentando la iglesia, ella no practica en su vida las lecciones que se enseñan allí, pues espera que la oración del pastor sea suficiente para transformar su vida. En otras situaciones, la persona ni siquiera va a la reunión; pide que otros oren por ella, mientras sufre acomodada en su casa.
“Todas las personas que viven dependiendo de la conmiseración de los demás, de una palabra amiga, de una atención especial, muestran claramente que tienen una fe emotiva”, advirtió el obispo. Este tipo de fe, sin embargo, se debilita conforme el milagro tarda en llegar, y el resultado es el alejamiento de Dios.
En los momentos de dificultad, el obispo Macedo buscó en la Palabra: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” Josué 1:9
Él venció. Usted también puede vencer. Participe en una reunión en la Universal y aprenda más.
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