En todo tipo de relación, ya sea entre familiares, entre amigos o entre cónyuges, es normal preocuparse por el otro. Sin embargo, si no hubiere un equilibrio, esa preocupación puede evolucionar en un comportamiento controlador y celoso. En la vida sentimental, los celos no son algo grave, pero en exceso se vuelven peligrosos.
Para Andrea Lorena Stravogiannis, psicóloga y coordinadora del Programa de Tratamiento de Amor y Celos Patológicos del Instituto de Psiquiatría del Hospital de Clínicas de la Universidad de San Pablo, Brasil; los celos son un sentimiento universal y todos, en algún momento, lo sintieron o lo sentirán. “Los celos considerados normales tienen como función proteger y cuidar la relación o el objeto amado. Generalmente se accionan cuando la persona siente que va a perder tal relación”, destaca.
Ella explica que los celos se originan en la infancia y los padres necesitan ayudar a los hijos para que mantengan solo los celos saludables, ese que tiene que ver con el cuidado, la diligencia y el esmero. “Lo ideal sería que el niño aprendiera a lidiar con las pérdidas y frustraciones desde temprano, percibiendo que su madre/cuidadora no es solo suya, y aprendiera a dividir tanto cosas como personas”, aconseja.
En la fase adulta, los celos le hacen bien a la relación cuando el/la compañero/a se siente amado y seguro. “Como fue dicho, los celos buenos, es decir, normales, cuando ocurre alguna situación que los provoca, aquel que siente celos transmite eso de forma que el compañero logre escucharlo y después ambos deciden lo que puede hacerse o no”, pondera.
¿Bueno o malo?
Los celos descontrolados pueden generarse por inseguridad, baja autoestima, ansiedad excesiva y sentimientos de rechazo, que provocan posesividad e inseguridad. “En los celos dañinos, considerados patológicos o excesivos, el celoso pierde el control. Cualquier situación o gesto es interpretado como una amenaza para la relación, como, por ejemplo, un apretón de manos, un abrazo más largo, un mensaje en el celular”, dice la especialista.
La persona muy celosa parece un detective y alimenta “pensamientos constantes sobre la infidelidad del compañero/a y adopta comportamientos de seguridad: revisa las pertenencias de la otra persona, investiga sus conversaciones en las redes sociales y sigue a su pareja”, completa la psicóloga.
De acuerdo con Andrea, el primer paso para cambiar es reconocer que hay un problema. Después de tomar consciencia, lo ideal es buscar ayuda.
A la pareja
El consejo para quien ha tenido un compañero celoso es ayudarlo. Es necesario explicar de forma cuidadosa y no agresiva que usted desea ayudarlo, pero que él necesita confiar en su amor y valorarse, porque usted ya lo valora.
Para saber más sobre cómo resolver los problemas de la vida sentimental, participe de las reuniones de la Terapia del Amor, todos los jueves a las 10, 16 y 20h, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070 o vea la dirección de la iglesia más cercana a usted donde se realiza la Terapia de Amor aquí. En cada reunión, matrimonios, prometidos, novios y solteros aprenden sobre el amor inteligente y cómo desarrollar una relación de a dos.
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