La semana en la que muchos cristianos celebraron la Pascua comenzó de manera trágica. El domingo 9 de abril último, dos iglesias cristianas en Egipto fueron el blanco de ataques terroristas. Números oficiales indican 44 muertos y 126 heridos (hasta el cierre de este artículo).
Los ataques ocurrieron en Alejandría y Tanta.
Alejandría
La primera ciudad es conocida por haber sido capital egipcia por más de mil años y ser la segunda más poblada del país. Está ubicada a 218 kilómetros de la capital, el Cairo. Allí, por lo menos 48 personas resultaron heridas y 17 perdieron la vida.
Tanta
De acuerdo con la emisora de televisión del lugar, los terroristas de Tanta plantaron la bomba debajo de un asiento, cerca de una iglesia. Con la explosión, 27 personas murieron y 78 resultaron heridas.
Tanta está ubicada a 120 kilómetros del Cairo y actualmente es la 5° ciudad egipcia más grande.
Reivindicación de los atentados
El grupo extremista Estado Islámico (EI) reivindicó la autoría de los atentados a través de su agencia de noticias, Amaq. Este fue uno de los peores ataques contra las minorías de las últimas décadas e hizo que el presidente de Egipto, Abdelfatah Al-Sisi, decretara estado de emergencia durante 3 meses.
De acuerdo con la Constitución egipcia, para que el estado de emergencia permanezca en vigencia, el Parlamento debe declararse a favor de la decisión dentro de los 7 días. Si es aprobado, el Ejército – que ya está en las calles del país desde el 9 de abril – tendrá derecho de tomar decisiones, como inspeccionar casas sin orden judicial y realizar detenciones preventivas.
De acuerdo con Al-Sisi, esa situación de emergencia será de gran ayuda para encontrar y castigar a los culpables de los atentados, en una campaña que, en las palabras del presidente, será “larga y dolorosa”.
Fin de los Tiempos
El ataque del domingo 9 de abril ocurrió 4 meses después de otro ataque a cristianos egipcios, el 10 de diciembre de 2016, en la capital, El Cairo. En la ocasión, por lo menos 25 personas murieron por las manos del Estado Islámico, que prometió “continuar su guerra contra los apóstatas”.
Esa guerra ya se ha cobrado a miles de víctimas, y, más que nuevos ataques, es una señal del Final de los Tiempos. La Biblia afirma que “… cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os alarméis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente. Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino…” (Lucas 21:9-10)
Ya es más que el momento de preocuparnos por la Salvación de nuestras almas.
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