Participó de la reunión y logró emprender
Cintia: “Mi vida era un desastre, estaba en el fondo del pozo, con mi pareja nos peleábamos mucho y teníamos problemas económicos. Yo trabajaba nueve horas, tenía dos de viaje, en total estaba doce horas fuera de mi casa. Todo eso por un sueldo básico. Llegaba y me iba a dormir. Esa situación me llevó a la depresión.
Cuando comencé a participar del Congreso para el Progreso, comencé a estar más tranquila y con mi pareja comenzamos a estar mejor. Puse en práctica todo lo que se decía, Dios me dio una idea de emprendimiento y conseguí a los proveedores. Hoy tengo un taller donde realizo ventas a mayoristas de todo el país. Gracias a Dios, estoy creciendo”.
“De no tener donde vivir, hoy tengo casa propia”
“Toqué fondo cuando no tuve para comprarle pañales a mi hija. Me separé de mi señora por problemas económicos y me tuve que ir de la provincia donde estábamos porque no tenía donde vivir. Entonces, ella se fue a vivir con los padres y yo me fui al norte. Allí sufrí mucho porque no podía ver crecer a mi hija, tampoco tenía condiciones para ayudarla. Fue un sufrimiento. Además mi situación económica estaba trabada.
Comencé a participar de las reuniones de los lunes y mi situación cambió. Pude abrir una distribuidora de alimento balanceado y tres locales de venta al público. De no tener casa y vivir de prestado, hoy tengo casa propia, tres camionetas y una familia bendecida”.
Acérquese a la reunión del Congreso para el Progreso, una conferencia motivacional que se realiza en todas las Universal del país. Los lunes, a las 8 h, 10 h, 16 h y 20 h.
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