Hizo realidad el sueño de tener la casa propia
Mirta Godoy: “En la Hoguera Santa del Templo de Salomón conquisté mi casa propia. Toda la vida me la pasé alquilando y por más que trabajaba y me esforzaba, nunca pude hacer realidad ese sueño. Cada renovación del contrato de alquiler se me hacía más difícil.
Cuando llegó la Hoguera Santa decidí sacrificar porque escuché la Palabra y tomé una actitud de fe, quedé en la dependencia de Dios. Envié mi pedido al Templo de Salomón y gracias a Dios hubo una respuesta días después”.
“Tenía un juicio trabado hacía cuatro años”
María Cipolla: “Tenía un juicio para cobrar, pero estaba trabado hacía cuatro años. El abogado siempre me decía que había que poner dinero para los trámites, pero no sucedía nada. Yo tenía planes para ese dinero y no podía realizarlos porque no cobraba.
Pero llegó la Hoguera Santa del Templo de Salomón y decidí sacrificar porque creí en la Palabra. Gracias a Dios, un día después de la finalización de la Hoguera Santa me llamó el abogado par avisarme que podía pasar a buscar el cheque”.
“Vivía de prestado y no podía darle un techo a mi familia”
Juan Carlos Aquino: “Vivía de prestado, no podía darle un techo a mi familia, porque trabajaba haciendo changas y el dinero no alcanzaba. Dependía de los demás para comer. Conocí la Universal y perseverando pude abrir un negocio.
Cuando llegó la Hoguera Santa del Templo de Salomón vi la oportunidad que esperaba. Creí, sacrifiqué y envié mi pedido al Templo de Salomón. Gracias a Dios, en tres meses pude comprar mi casa. Estoy viviendo con mi familia y tengo tres negocios”.
“Logré establecer mi emprendimiento gastronómico”
Elba Martínez: “Conocí la Universal cuando tenía problemas en todas las áreas de mi vida. Estaba enferma, mal sentimentalmente y con dificultades económicas. Usando la fe y perseverando fui solucionando todos esos problemas, pero había un sueño que me quedaba por realizar, quería un emprendimiento gastronómico.
En la Hoguera Santa del Templo de Salomón creí en la Palabra, sacrifiqué y envié mi pedido. Gracias a Dios, pude hacer realidad mi sueño, tengo mi propio emprendimiento”.
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