Todas las restricciones excesivas en materia de alimentación rompen con el equilibrio que el organismo necesita para funcionar correctamente. Tanto comer en exceso como no ingerir alimentos son perjudiciales para la salud, los trastornos más comunes son la anorexia nerviosa, la bulimia y la compulsión para comer. El primero, la anorexia nerviosa, se produce cuando la persona adelgaza demasiado, pero no come lo suficiente porque se siente gorda, el segundo, la bulimia presenta periodos en que la persona ingiere demasiada comida y luego procede a purgarlo con vómitos autoprovocados y con laxantes, y el último, la compulsión para comer es comer sin control.
Las mujeres son las que más padecen estos trastornos alimenticios acompañados de depresión, trastornos de ansiedad y abuso de drogas. Las consecuencias afectan directamente al corazón y los riñones.
ANOREXIA
Nivel psicológico
– Depresión
– Aislamiento
– Baja autoestima
– Distorsión de la imagen corporal, sensación de sobrepeso
– Insomnio e hiperactividad
Nivel fisiológico
– Cese del período menstrual o postergación de su inicio
Apariencia
– Piel seca y fría, con vello en brazos, cara y espalda
– Lento desarrollo físico y social
Conducta
– Estrictas reglas de alimentación como no tomar líquidos o no comer
– Extremada rigidez en su rutina de ejercicios
BULIMIA
Nivel psicológico
– Depresión
– Cambios de ánimo
– Miedo a aumentar de peso
– Distorsión de la imagen corporal, se ven gordas frente al espejo y se sienten gordas
Nivel fisiológico
– Glándulas inflamadas debajo de la mandíbula como consecuencia de los vómitos
– Fatiga y sudoración fría debido al rápido cambio de nivel de azúcar en la sangre
– Anemia
– Pulso bajo y movimientos irregulares del corazón
Apariencia
– Rupturas vasculares en la cara e irritación
– Piel seca
– Pelo quebradizo
Conducta
– Vómitos autoprovocados, uso de laxantes y diuréticos
– Acuden al baño inmediatamente después de ingerir alimentos
“Sí o sí tenía que vomitar después de comer”
Cuando Valeria Zárate era pequeña muchas veces no tenían para comer y se volvió muy nerviosa por las agresiones en su familia. “Me lastimaba, a los 11 años me golpeaba contra la pared y me comía las uñas. A los 12 me sentía gorda, empezó como un juego con mis amigas, ellas directamente no comían durante un mes y yo creía que comiendo y vomitando iba a sufrir menos”.
Su madre se dio cuenta de que algo estaba sucediendo porque pesaba 45 kilos y se le notaban los huesos, por lo que la llevó al hospital. “El médico me dijo que se notaba que me provocaba el vómito porque las uñas se me descamaban. Tenía atracones, vomitaba y ya no iba de cuerpo de manera normal, eso me provocó problemas en el estómago”, revela.
Ella se encerraba, hasta intentó suicidarse a los 15 años. Su mamá la invitó a la iglesia, participó de las reuniones y comprendió que necesitaba ayuda. Usó su fe para vencer estos trastornos y hoy tiene una vida normal. “Aprendí a cuidarme y a valorarme, ahora tengo una alimentación equilibrada”, finaliza sonriendo.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
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