“Pero cuando Él, el Espíritu de Verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir”. Juan 16:13
En este versículo hay tres cosas muy importantes que todos debemos aprender y practicarlas para siempre. Jesús dejó claro que cuando el Espíritu de Verdad viene sobre la persona, la verdad la molesta, la incomoda, pero tiene el poder de liberarla tanto de los espíritus malignos como de los traumas, los complejos, las acusaciones, las malas costumbres y las cosas que la esclavizan espiritual y emocionalmente.
1.ª cosa – “… os guiará a toda la verdad…”
- El Espíritu Santo no nos guía a una verdad parcial, sino a toda la verdad. Es un proceso, porque Él enseña la verdad a cada uno según lo que puedan “comer”. Por ejemplo, hay quienes tienen la estructura de “comer la verdad” en la leche, en la papilla, mientras que otros tienen la estructura de comerla en un alimento más sólido.
- La Biblia revela que hay tres tipos de personas, las que están en proceso de liberación, en proceso de conversión, y las que nacieron de nuevo y son selladas con el Espíritu Santo. Y cada una tiene necesidades diferentes de la otra, y el Espíritu Santo lo sabe.
- También está escrito que entre los cristianos hay quienes tienen fe de comer legumbres, carne, y legumbres y carne. La fe es individual y se debe respetar la fe del otro, porque cada uno sabe su verdadero estado y nivel espiritual, además de la fe que tiene en su interior. Por eso, el Espíritu Santo, que nos conoce individualmente, nos revela a cada uno la verdad; que al principio no nos agradará, pero, si somos sinceros, lo entenderemos, aceptaremos y practicaremos.
¿Cómo sé que acepté ser guiado por el Espíritu Santo?
- Él es un guía que le dirá lo que le conviene y lo que no, ya sea en pensamientos, en miradas, en palabras, sobre cosas que usted escucha, siente, hace, desea, con respecto a personas con las que convive y con las amistades o fantasías que alimenta. Él es un guía para decirle “no es bueno”, “no te conviene”, “no aceptes”, “no lo hagas”, o “está bien”, “está aprobado”, “seguí adelante”. Él nos habla guiándonos a TODA LA VERDAD.
2.ª cosa – “… no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga…”
- Observe que el Espíritu Santo es humilde, Él habla lo que el Padre Le dice. Él es el Espíritu de Dios, pero Se somete al Padre.
- Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cuando Jesús vino a este mundo, ¿cuál fue la frase que más repitió?: “Yo vine para hacer la voluntad de Mi Padre”. Jesús es Dios, pero Él vino como Hijo y Siervo para darnos el ejemplo, para que no hagamos las cosas a nuestra manera, como queremos, pensamos, deseamos o planeamos, sino para que sometamos nuestra voluntad a la del Padre, porque Su voluntad es buena, agradable y perfecta.
- Por mejor que sea nuestra voluntad, nosotros no conocemos a las personas ni a nuestro propio corazón que nos engaña. El corazón no nos fue dado para que tomemos decisiones, sino para que sintamos; y las decisiones las debemos tomar con la razón, desde la inteligencia, con la mente que es el espíritu, así como está escrito. Sin embargo, el ser humano ignora las Sagradas Escrituras, y se deja llevar por el corazón tomando decisiones basado en lo que siente, por eso, termina equivocándose.
- El que tiene al Espíritu Santo se somete a la voluntad de Dios, y el verdadero cristiano no quiere imponer su voluntad sobre la de Dios.
- El Espíritu Santo nunca lo obligará a seguir Su camino, aunque la persona sea “especialista en atajos” se perderá y los lobos la comerán.
3.ª cosa – “… os hará saber lo que habrá de venir”.
- Él le hará saber, lo preparará para el porvenir, tendrá la certeza de la Salvación. Cuando vengan las tentaciones, ya sea por alago o persecución, estará fuerte para resistir, estará preparado.
- El Espíritu Santo lo preparará espiritualmente para que, cuando vengan los problemas, las tentaciones e incluso las conquistas, no se pierda ni se corrompa, no se vuelva soberbio o ingrato, fanático, tímido o miedoso.
- En otras palabras, Jesús le está diciendo: “Serás probado y serás aprobado en esta prueba si permites que el Espíritu Santo sea tu guía. Si Él no es tu guía te equivocarás, primero Conmigo, y luego con tu pareja, hijos, padres, hermanos, pastor, en las decisiones que tomes, con la profesión, con el estudio, con la obra de Dios, con los negocios, con las amistades, etc. Harás un lío tan grande que no entenderás cómo fuiste capaz de hacer lo que hiciste”.
- Yo elijo y usted también. Aceptemos el hecho de que Él nos guía a TODA LA VERDAD, de que no hablará por Sí mismo y de que nos preparará para lo que venga, haciendo siempre lo que Él quiere y no lo que estamos acostumbrados a hacer.
¿Acepta esta Palabra?
- Acepte que el Espíritu Santo sea su guía.
- Reconozca que la vida en este mundo está llena de fantasías, ilusiones, vanidades y atajos; acepte que sus costumbres y manías no son las mejores. Cambie como hijo, pareja, ciudadano, obrero, someta su voluntad a la de Él y deje que Él lo cambie y lo prepare para lo que vendrá. No sea un siervo soberbio, autosuficiente y dominador. No hable de sus necesidades, sino de la voluntad de Dios.
“Él Me glorificará, porque tomará de lo Mío y os lo hará saber”. Juan 16:14
Obispo Júlio Freitas