Hola, señora Cris, ¿todo bien?
Estaba pensando en lo dicho en las últimas meditaciones…
¿Por qué muchos salen de la Obra solo después de cierto tiempo?
¿Por qué no salieron de la Obra después de semanas o meses?
¿Por qué los que se van son los que estaban hace más de 10 años?
Entonces medité y recordé el pasaje de la cizaña y el trigo (Mateo 13:24-43).
Siempre vemos las características del trigo y no les prestamos atención a las muchas características de la cizaña, que no se resumen solo a no doblarse. Buscando en sitios web agrícolas, entendí por qué Jesús puso el ejemplo de la cizaña.
Vea qué interesantes son las características…
Al principio, la cizaña es igual al trigo.
Cuando comienzan en la Obra de Dios, todos parecen ser iguales.
“… que sembró buena semilla en su campo”. Mateo 13:24
Cuando alcanza la etapa madura, el trigo se vuelve color castaño y la paja se vuelve oscura.
Muchos en la Obra, con el paso del tiempo, en lugar de mejorar, parecen empeorar cada día.
No hay nada que impida que la cizaña nazca con el trigo, ningún procedimiento que pueda hacer el agrónomo, él solo tiene que observar. “… ¿no sembraste buena semilla?” Mateo 13:27
Asimismo, la iglesia no tiene forma de saber quién es quién en el momento de levantar a un obispo, pastor, esposa, obrero, etc.
La cizaña cría raíces más profundas en el suelo, lo que dificulta su extracción, mientras que el trigo es fácil de extraer de la tierra.
A muchos pastores no les gusta cuando son cambiados, pues criaron raíces en su ciudad. Todo es difícil para que esa persona salga de ese lugar, creando así dificultades para la Obra.
La raíz de la cizaña se entrelaza con las raíces del trigo, por eso no se puede arrancar antes de tiempo, de lo contrario también se matará al trigo.
“¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? Él les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo”. Mateo 13:28
La cizaña extrae los nutrientes del trigo. Muchas personas están en la Obra de Dios solo absorbiendo los beneficios. Pues si estuviesen como personas comunes, nunca tendrían lo que la Obra proporciona.
Cuando se exprime la cizaña, solo sale paja.
Esto lo vemos claramente en los falsos frutos de la cizaña en la Obra, son personas nacidas de la carne que, cuando son exprimidas por una corrección o una nueva dirección, se revelan como paja.
Cuanto más vieja, más rígido se vuelve el tallo de la cizaña. Por su parte, el tallo del trigo, con el tiempo, se vuelve más maleable.
Por eso vemos que los que son trigo en nuestro medio, cuanto más tiempo tienen de Obra, más maleables son, donde son colocados dan frutos. En cambio, la cizaña es rígida, no se puede colocar en cualquier lugar, pues se molestará.
La mayor parte de la cizaña es plantada por heces de animales, que comen la cizaña, defecan en el suelo y terminan plantando la cizaña en esa área de tierra. “Y les dijo: Un enemigo ha hecho esto”. Mateo 13:27
Desafortunadamente, hemos visto en la Obra a aquellos que son plantados por el propio diablo en nuestro medio, pues es solamente suciedad lo que hacen.
La semilla de la cizaña es venenosa, por eso tiene que haber separación.
De la misma forma, vemos que los que no son de Dios siempre tienen una palabra venenosa, se quejan de todo, ven todo con malos ojos y quieren matar espiritualmente a los que son de Dios.
La cizaña se conoce en la agricultura como trigo bastardo.
Jesús dijo que los que permanecen en la casa son solo los hijos, entonces los bastardos se van.
La cizaña no produce nada, ningún tipo de alimento, ni siquiera para que la coman los animales, porque si la comen contaminarán el suelo.
Esto es lo que vemos en muchos que tienen años de Obra y no producen ningún discípulo, y cuando lo producen, ¡es otra cizaña!
Solo quien sabe cómo identificar la cizaña del trigo puede separarlos:
“El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Enviará el Hijo del Hombre a Sus ángeles, y recogerán de Su Reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad…”. Mateo 13:39-41
Jesús dijo que los ángeles en el fin separarían la cizaña del trigo. Por eso, esta es una prueba más de que estamos en el fin y de que esta palabra se está cumpliendo.
A veces vemos características de la cizaña en alguien, y, si pudiéramos, la arrancaríamos, pero ese no es nuestro trabajo, sino el del Propio Dios, por eso estamos en paz.
Pues solo se puede quitar la cizaña cuando el trigo dé sus frutos.
“Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega…” Mateo 13.30
Así también es en la Obra, cuanto más estemos ganando almas, más Dios quitará la cizaña. Incluso pueden crecer juntos, eso justifica por qué fue necesario tiempo para que algunos salieran.
El único beneficio de la cizaña en nuestro medio es que a través de ella podemos identificar quiénes son los verdaderos.
¡Incluso en esto vemos el cuidado de Dios por los Suyos!
Tenemos muchos trigos en nuestro medio, gracias a Dios por eso, pues fue Él Mismo Quien los plantó. Entonces, con certeza, los que se fueron no habían sido plantados por Dios. Y, cuando se fueron, era el momento en el que el trigo ya había dado sus frutos.
¡Vamos en esa fe!