Si no está atenta, la mujer cristiana corre el riesgo de dejar de creer en Dios y depositar su confianza en alianzas con otras personas. Conozca por qué es nociva esta actitud.
El rey Ezequías, al recibir una advertencia de Dios dada por el profeta Isaías de que moriría a causa de una enfermedad, oró al Señor y, de esta manera, su futuro cambió, pues recibió 15 años más de vida (Isaías 38:1-5). Sin embargo, tiempo después, el rey dejó de confiar en Dios e hizo una alianza y amistad con Babilonia. La vanidad del soberano resultó en pérdidas y una maldición para su generación, como se registra en 2 Reyes 20:12-18. Esta historia bíblica trae una advertencia sobre la importancia de mantener la confianza en Dios.
¿Actuás como Ezequías?
A través de vivencias registradas en la Biblia se puede concluir que, muchas veces, las mujeres cristianas actúan como Ezequías.
Una mujer puede alejarse de Dios y deshacer lo que ha hecho hasta cuando comete un error, incluso si en el pasado ha acumulado buenas obras y superado situaciones desafiantes a través de la fe.
El distanciamiento del Creador comienza cuando la mujer deja de confiar sólo en Él. Cuando confía en las personas, en las condiciones y en los lugares, en su interior, empiezan a existir miedos, ansiedades, molestias y malas decisiones porque el único lugar seguro y tranquilo es confiar en Dios.
Una práctica diaria
El acto de confiar es el termómetro que muestra la relación de la mujer cristiana con Dios. Este comportamiento es una elección que debe practicarse todos los días. El camino no es fácil y seguramente habrá momentos de mucho esfuerzo y lágrimas, pero todo eso es parte del proceso. Si Dios te ha dado algo o te ha permitido pasar por una situación, Él te ayudará y solo necesitas creer, en lugar de usar argumentos, excusas o justificaciones humanas o querer depender de cosas y personas.
El secreto es combinar confianza y perseverancia.
La respuesta que la mujer busca no llegará por su capacidad individual, sino porque Dios le demostrará que está a su lado, ayudándola en todo. Él traerá la porción diaria, no permitirá que falte nada y guiará a la mujer a dar un paso a la vez. Así obra Dios con quienes confían en Él. Este es el secreto que se encuentra en toda la Biblia: confianza y perseverancia.