Dios promete en Su Palabra no solamente bendecir a aquellos que Lo sirven, como está escrito: “Mas al Señor vuestro Dios serviréis, y Él bendecirá tu pan y tus aguas; y Yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.” (Éxodo 23:25), pero también hacer la diferencia entre ellos y los que no Lo sirven: “Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no Le sirve.” (Malaquías 3:18)
Por eso, el próximo domingo 16 de abril, la Universal en todo el mundo estará viviendo la “Campaña de la Justicia”.
Durante una reciente Palabra Amiga, transmitida diariamente por la emisora de radio Red Aleluya, el obispo Edir Macedo explicó que el pan y el agua, mencionados en el versículo anterior, representan todas las áreas de nuestra vida: familiar, económica, sentimental, etc. Y de la misma manera que en los tiempos de Moisés hubo una diferencia entre el pueblo de Israel, que no fue alcanzado por las plagas que atacaron a los egipcios, en los días actuales también tiene que haber esa diferencia, porque Dios no revocó Su promesa.
Son innumerables las promesas de Dios para Sus siervos. Entonces, todos los que Lo han servido estarán en una sola fe clamando por la Justicia de Dios:
“¿Y acaso Dios no hará justicia a Sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia.” (Lucas 18:7-8)
En todos los templos de la Universal, aquellos que han servido al Señor Jesús – y han pagado el precio de la dificultad, de la difamación, del prejuicio, del odio, el precio que el mundo cobra – se presentarán delante del Trono del Altísimo, pondrán ante Él sus quejas y reivindicarán sus derechos de siervos que Él mismo concedió. “Porque si nosotros al Dios verdadero, al Todopoderoso, no es justo que no Lo tengamos como nuestro defensor”, argumenta el obispo.
“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el Trono, y al Cordero.” (Apocalipsis 7:9-10)
Sobre ese pasaje bíblico, el obispo aclara que nosotros que servimos al Señor Jesús estamos en medio de esa multitud. Esa multitud fueron los siervos víctimas de injusticias, perseguidos, difamados, condenados por el mundo. Esa visión apocalíptica no es de juicio, pero ellos estaban delante del Cordero, que es el Señor Jesús.
Una sola fe
El domingo 16 de abril nosotros tendremos la réplica de esa visión, porque, donde haya una Universal, en todo el mundo, habrá siervos de todas las naciones, de todas las tribus, de todos los pueblos y de todas las lenguas, ante el Trono del Altísimo. “Todos serán un solo pueblo, una sola nación, un solo espíritu, una sola fe, un solo corazón, un solo pensamiento, un solo siervo, para un solo Señor.”
Si usted está cansado de vivir una vida de injusticia, únase a nosotros en este gran clamor de fe. Separe sus prendas de ropa blanca y acérquese a las 7, 15, 18 y principalmente a las 9:30h, a la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070 o en la iglesia más cercana a su casa para reivindicar sus derechos de siervo.
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