¡Vivir es un gran desafío! Apenas nacemos ya comienzan a aparecer y no se detienen más… Los desafíos vienen para todos, pero las personas reaccionan de manera diferente ante ellos. Están aquellas que ven en los desafíos una oportunidad para crecer y conquistar y hay otras que lamentablemente solo ven trabas, porque están acomodadas, no quieren dejar su zona de confort.
Un desafío requiere sacrificio, entrega, dedicación y superación. Puede llegar a nuestra vida cuando menos se lo espera. Fue lo que sucedió conmigo recientemente, yo nunca tuve interés en estudiar otros idiomas y ahora con casi 50 años estoy tomando clases de inglés, ¡a big challenge!
Pero gracias a Dios no lo tomo como una dificultad, aunque tenga conciencia de que no es una tarea simple, aun así, no tengo miedo. Lo enfrento como un desafío y estoy segura de que saldré de él victoriosa, ¡of course!
Dios, mi querida lectora, es Dios de desafíos, la fe es desafiante y es ella la que nos garantiza que todo es posible. No puede ser solamente una teoría.
Para que usted disfrute de los beneficios de la fe, tiene que ponerla en práctica. ¿Eso es un desafío o no?
Y usted, ¿qué desafío ha enfrentado últimamente? ¿Y cómo ha reaccionado frente a él?
[related_posts limit=”17″]