No tardó mucho para que la parisina Louise Delage, de 25 años, alcanzara más de 65 mil seguidores en la red social Instagram. Los paisajes lujosos que la mostraban aprovechando la vida en cenas, eventos y playas paradisíacas atrajeron millares de “me gusta”. Pero, detrás de cada imagen bonita, existía algo que casi pasó desapercibido a los ojos de los seguidores.
En las 150 fotos publicadas, la francesa aparecía siempre con un vaso o una botella de bebida alcohólica en la mano. El 22 de septiembre, Louise (el cual no era su nombre) reveló que el perfil en la red social no era verdadero, pero formaba parte de una acción de concientización sobre el alcoholismo, realizada por la agencia de publicidad BTC.
El objetivo era utilizar la imagen de la modelo para que figure en la campaña “Comparta mi Vicio”. Una intervención muy inteligente y que, según la directora creativa de la campaña, Stéphane Xiberras, tuvo el objetivo de retratar la dificultad en detectar la dependencia alcohólica. La cuenta falsa reveló a “una persona que usted vería todos los días, pero que nunca sospecharía que es alcohólica”, declaró Stéphane al sitio web AdFreak.
Después de la divulgación de la campaña, el número de visualizaciones se triplicó. Para la directora, fue alarmante el hecho de que pocas personas desconfiaran del problema expuesto. Eso, según ella, se dio porque las publicaciones mostraban a una joven bonita en un medio lujoso y con una vida “deseable”.
Independientemente de la clase social
Vivimos en una sociedad repleta de modelos y estereotipos, en la cual las personas son fácilmente presionadas por el medio en el que viven. Cuando se trata de bebidas alcohólicas, esa influencia del medio se vuelve aún más fuerte.
De acuerdo con la Fundación Interamericana del Corazón Argentina, el consumo problemático de alcohol es uno de los principales factores de riesgo prevenibles de las enfermedades no transmisibles (cardio y cerebro vasculares, trastornos metabólicos, etc.). En el 2012, el 5,9% de las muertes en el mundo y el 5,1% de la carga de enfermedades y lesiones fueron atribuibles al consumo nocivo de alcohol. Esta es la principal causa de muerte en la población de entre 15 y 49 años.
La organización Mundial de la Salud (OMS) dice que el alcohol mata más que la violencia e incluso más que el Sida y sugiere que es necesario terminar con la cultura de prestigio social que la bebida alcohólica aún representa. Al fin de cuentas, el alcohol es una droga como cualquier otra.
Vivimos tiempos en el que las personas comienzan a beber cada vez a más temprana edad. Los perjuicios que la bebida le causa a la salud son grandes y pueden afectar a personas de todas las edades y clases sociales. Por eso, saber decir no y no ceder a las presiones del ambiente es la actitud más inteligente que se puede tomar.
¿Usted conoce a alguien que necesita ayuda o usted mismo ha buscado liberarse de un vicio pero no ha podido? Entonces, participe de la reunión de la Cura de los Vicios, que se realiza todos los domingos a las 15h en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070.
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