¿Usted sabe qué es tenerlo todo sin tener nada? La pregunta es, en realidad, la respuesta para explicar cómo se siente la madre de dos alumnos de la escuela del Proyecto Nueva Canaán, en Irecê, Bahia.
Helena Natália Machado, de 33 años, oye cuidadosamente la lectura atenta y emocionada del hijo más grande Luiz Marcos Machado Dias, de 9 (foto pág. 19), que desea ayudar a la madre a aprender a leer y escribir.
“Si yo aprendí, sé que ella también puede. Es genial leer”, dijo Luiz, que se ocupa de contar lo que más le gusta hacer en la escuela: “Actividades en el aula, zambullirse en la piscina y judo”.
Helena también es madre de Rafael Machado Dias, de 6 años, y Ariel Machado Dias, de 4. La familia vive en una casa cedida por la prefectura de Irecê. Helena, que nunca concurrió a un aula de clases, limpia patios y terrenos para lograr ayudar con los ingresos de la familia, ya que el marido Luiz de Souza Dias, de 38 años, no tiene trabajo fijo y el poco dinero que consigue viene de trabajos en el campo y en construcciones.
“Estoy muy agradecida al Proyecto Canaán por lo que hace con mis hijos. Le agradezco a Dios todos los días. Los niños comen bien, reciben uniformes, libros, materiales, zapatos. Nosotros no íbamos a tener condiciones para darles todo eso. Mi preocupación le dio lugar a la felicidad”, declara Helena.
Iniciativa eficiente
Los hijos de Helena forman parte del grupo de 610 niños y adolescentes beneficiados por el Proyecto Nueva Canaán, iniciado hace 13 años, en Irecê, ciudad del Semiárido Baiano, a 450 kilómetros de distancia de Salvador.
El proyecto mantiene una escuela de tiempo completo que garantiza educación de calidad y otorga todos los recursos físicos e ideológicos para que el proceso de aprendizaje sea exitoso.
Apenas el sol nace, siete ómnibus nuevos transportan a los niños de barrios, poblados y distritos de Irecê hasta la escuela. Así como llegan, van a bañarse.
A las 7 hs., los alumnos con edades entre 3 a 14 años, desayunan y se van al aula. A las 10 hs., hacen un tentempié y, al mediodía, almuerzan. A las 3 de la tarde, hacen otro tentempié y, a las 4 hs., reciben un paquete con panes para llevar a sus casas.
Más allá de las actividades del plan escolar, la programación pedagógica incluye actividades extra escolares, como natación, judo, fútbol, teatro, baile, entre otras. Los alumnos además tienen acceso a la sala de juegos, a la biblioteca comunitaria, donde pueden pedir prestados libros, también tienen una sala de cine y un consultorio odontológico.
Resultado gratificante
Los conductores del programa “The Love School”, de la Red Record, Renato Cardoso y Cristiane Cardoso, también visitaron el Proyecto. Fueron acompañados por el obispo Honorilton Gonçalves y la esposa Rosana Oliveira Gonçalves. Para Renato, lo que es hecho en la escuela del Proyecto demuestra la eficacia de las inversiones a través de los resultados en la vida de cada alumno y también por las influencias que llegan a los familiares de cada uno de ellos.
“Los padres tienen que poner a los derechos de los hijos por encima de los suyos. Pero, lamentablemente, las adversidades hacen que los adultos pongan sus propios intereses en primer lugar. Aquí, en el Proyecto, la historia es diferente. Cuando el interés del niño es puesto en consideración, los frutos aparecen”, afirmó Renato.
José da Guia, director del Proyecto Nueva Canaán, realiza todos los viernes un encuentro con las madres de los alumnos. Cada semana un grupo es invitado para desayunar.
“Aquí conversamos sobre temas variados acerca de la familia. También transmitimos un mensaje de fe que fortalecen el alma, que alimentan la esperanza de días mejores y que nunca es tarde para luchar por lo que se desea”, dice el director.
Las familias reciben visitas de una asistente social que hace el seguimiento de los niños y del ambiente donde ellos viven. El objetivo, según el director, es ampliar progresivamente el trabajo que es iniciado por las profesoras y profesionales dentro de la escuela.
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