El pasado domingo 20 de septiembre no fue una reunión más del Tratamiento de la Cura de los Vicios. Un total de 42 personas decidieron entregar su vida al Señor Jesús y lo demostraron a través del bautismo en las aguas, el primer paso en la nueva vida de un cristiano.
El pastor Miguel, encargado del Tratamiento, explicó la importancia del bautismo y se aseguró de que todos los que estaban tomando esa actitud lo hicieran de forma voluntaria y consciente. Él les dijo que para bautizarse una persona debe estar verdaderamente arrepentida de los errores que cometió en el pasado.
El bautismo en las aguas es tan importante, que el propio Señor Jesús fue bautizado en el Río Jordán por Juan el Bautista, para que siguiéramos su ejemplo.
Después del bautismo, es fundamental que la persona se mantenga fiel a la actitud demostrada, siendo obediente a Dios, y eso se logra a través de la lectura de la Biblia, la búsqueda del Espíritu Santo y la congregación en la iglesia.
De esta forma, el Tratamiento de la Cura de los Vicios demuestra ser completo, ocupándose de la salud interior de la persona, llevándola a abandonar la adicción que la esclaviza y haciendo que disfrute su libertad con Dios.
Fue esclavo de la marihuana durante ocho años
Walter: “Empecé a consumir marihuana porque me convidaron, nadie de mi entorno se drogaba, pero apareció una persona y me dio para probar. Yo lo veía diferente, riéndose, y por eso acepté y empecé a fumar.
Estuve casi ocho años drogándome. Perdí trabajos, porque estaba toda la noche despierto y después de ahí me iba a trabajar y no rendía. Me gustaba mucho salir a bailar, gastaba mucho dinero en eso. Alrededor de 1500 pesos por noche y por eso perdí un auto, no pagaba lo que correspondía y me lo quitaron. Salía porque en mi casa no había felicidad, no existía el diálogo entre mis padres y mis hermanos.
Mi mamá hacía el Tratamiento de la Cura de los Vicios por mí. Un domingo a la mañana llegué a mi casa borracho y la encontré llorando. Ahí me di cuenta que no podía seguir más con esa vida y empecé a acompañarla.
Hoy, mi vida cambió. No tengo ningún vicio, le doy gracias a Dios porque mi mamá hizo el Tratamiento por mí. Ella insistió, luchó y hoy soy feliz, tengo mi negocio y no hay más deseos de drogarme ni de salir a bailar”.
Participe usted también de la reunión de la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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