La foto de al lado impresiona. Y tiene sentido: son los efectos de la erupción del volcán Calbuco, en el sur de Chile, que comenzó la tarde de miércoles 22 de abril, que alarma a todo el país y provocó la evacuación de los habitantes en un radio de 20 kilómetros de la montaña. El gobierno chileno decretó estado de excepción (absoluto control de las Fuerzas Armadas para la toma de decisiones más rápidas, disminuyendo la burocracia) en la región.
La Erupción alcanzó un nivel entre 4 y 5 en una escala que va hasta 8. La gigantesca columna de humo se elevó hasta la estratósfera, produciendo incluso, rayos y truenos a causa de la reacción de las partículas producidas por el material de las cenizas con la atmosfera – un fenómeno que solo ocurre en las erupciones más intensas.
Primero, a pesar del susto, lo habitantes de las ciudades cercanas vieron el fenómeno con curiosidad. Pero la potencia de la erupción comenzó a generar alarma. Los embotellamientos ahora son grandes en las salidas de las ciudades cercanas, y en los establecimientos comerciales que aún están abiertos, ya hay una falta de alimentos y agua. Fue decretado toque de queda durante la noche.
Con 2 mil metros de altura, el Calbuco estuvo inactivo durante 43 años. De los aproximadamente 90 volcanes de Chile, este es uno de los más peligrosos – lo que también incluye al Villarrica, que entró en erupción en marzo y preocupó a la población. Hasta la vecina Argentina canceló la llegada y la salida de vuelos nacionales e internacionales en algunos de sus aeropuertos más importantes.
Apocalipsis
Los temblores de la Tierra son comunes en áreas con mucha actividad volcánica, porque el suelo es inestable con respecto a otras regiones. La Biblia habla sobre terremotos, incluso en el Apocalipsis. Además de esto, la abundancia de humo y cenizas expulsados por los volcanes en la atmósfera puede bloquear la luz del sol, causando la oscuridad, también descritas en el último libro bíblico:
“Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo.”(Apocalipsis 9:2)
Como si esto fuera poco, otras señales apocalípticas, como las crecientes guerras, el enfriamiento del amor al prójimo, el hambre u otros disturbios naturales y sociales, son cada vez más frecuentes y abundantes.
¿Usted está preparado para el Fin de los Tiempos? ¿Está seguro de su Salvación? ¿O aún no comprendió que las señales son fuertes y que el Apocalipsis ya está sucediendo?
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