La iglesia en Filadelfia es un ejemplo para los que están caídos en la fe a causa de los demás. Ella estaba muy cercana a los muertos, pero no es contaminó con ellos. En cada identificación que el Señor Jesucristo da de Sí mismo para cada iglesia, muestra los diferentes aspectos de Su Persona y de la naturaleza de la iglesia a la que Se dirige.
Para la iglesia en Filadelfia, Él dice: “… Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre…” (Apocalipsis 3:7). Así, entendemos que la iglesia en Filadelfia tiene poca fuerza, pero Aquel que tiene la llave de David tiene el control del poder para determinar quién entra o no en el Reino de Dios.
Vemos incluso que no importa si la fuerza es pequeña o grande, pues esto jamás influenciará en la condición de conquistar, desde que se mantenga el firme propósito de practicar la Palabra de Dios.
La iglesia en Filadelfia puede representar a aquellos cristianos que, incluso debido a su condición de debilidad, sea de orden material y cultural, como la falta de condiciones económicas y conocimientos teológicos, o de orden espiritual, como la falta de los dones del Espíritu Santo, aun así presentan obras para Dios.
Sus trabajos en la Obra de Dios casi nunca aparecen delante de los demás; sin embargo, su fidelidad en la obediencia a Su Palabra hace de ellos una iglesia inmaculada e irreprensible delante de su Señor.
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