Dianne Clayton, a los 34 años de edad, fue condenada a pasar 26 semanas en prisión y pagar una indemnización de 115 libras esterlinas (más de 140 dólares) a su exnovio, Simon Hill. Todo porque ella agredió al joven con un cuchillo porque él se había comido todas las papas fritas del plato.
La joven inglesa confesó el crimen y alegó haber estado bajo el efecto del alcohol. La pareja estaba bebiendo con algunos amigos cuando la agresión ocurrió y, de acuerdo con el abogado de Dianne, ella no recuerda muy bien lo que sucedió. “Ella tienen algunas heridas en sí misma que tampoco puede explicar.”
Afortunadamente, las heridas – de ambos – fueron superficiales. Dominada por las bebidas alcohólicas que ingirió, ella podría haber causado daños mucho mayores.
El alcohol, la mentira de la sociedad
En muchos países es posible adquirir bebidas alcohólicas fácilmente. Frecuentemente, ni siquiera se respeta la legislación que les prohíbe a los menores de edad a consumir ese tipo de producto.
La mayoría de las películas, canciones, novelas, muestran a la bebida alcohólica como algo bueno y, lo peor, muchas veces indica que el abuso del alcohol es natural, inclusive (y especialmente) entre los jóvenes.
Sin embargo, la realidad es mucho menos glamorosa que el galán o la jovencita tomando decenas de tragos. Dianne, por ejemplo, acaba de perder una relación que hasta entonces era buena, dinero, y 6 meses de su vida a causa del alcohol. Como ella, millones de otras personas sufren por consumir en demasía o por perjuicios causados por compañeros violentos, conductores ebrios, etc. Es necesario abrir los ojos para ver más allá de la mentira de los medios.
El obispo Edir Macedo, en su blog, destaca: “El consumo cada vez más temprano de este tipo de drogas lícitas – o no – puede estar involucrado con el tipo de amistad o compañía del adolescente, falta de orientación y de estructura familiar, donde los padres se muestran lejos de la realidad de sus hijos con respecto a los peligros escondidos detrás de canciones, artistas, películas y fiestas que le hacen apología al consumo de estupefacientes.”
Cuando la persona se deja guiar por lo que la ficción dice, y no por lo que su inteligencia puede comprobar, corre el riesgo de desperdiciar su vida a cambio de algunos minutos de un estado que cree que es placentero.
Y eso está guiando a la sociedad hacia un callejón sin salida. “A no ser que la sociedad repiense lo que de hecho es válido como concepto, valor y principio, para que las opiniones proselitistas y dogmáticas no dominen la mente ni la inteligencia de las personas, haciéndoles creer que Dios está por detrás de todas las desgracias e infortunios de la humanidad”, concluye el obispo.
Si usted sufre por el problema del alcoholismo, participe del Tratamiento para la Cura de los Vicios, en la Universal y libérese. Todos los domingos a las 15h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
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