Una mañana de Domingo inolvidable en la Sede Nacional.
Comenzamos hablando sobre la importancia de no estar siempre a la defensiva.
La persona que está a la defensiva termina causando un gran dolor en su pareja.
Con sus malas actitudes termina influenciando a sus hijos.
¿Y cómo cambiar todo esto? Es cuando nosotros dejamos de apuntar al otro y miramos hacia nosotros mismos, nuestras faltas.
Por eso, compartimos estos 5 consejos prácticos:
- Escucha activa.
- Pequeños gestos.
- Tiempo de calidad.
- Orar juntos.
- Reconocer lo bueno.
Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto al mar de Tiberias, y se manifestó de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dijo: Me voy a pescar. Ellos le dijeron: Nosotros también vamos contigo. Fueron y entraron en la barca, y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Entonces Jesús les dijo: Hijos, ¿acaso tenéis algún pescado? Le respondieron: No. Y Él les dijo: Echad la red al lado derecho de la barca y hallaréis pesca. Entonces la echaron, y no podían sacarla por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba, dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Oyendo, pues, Simón Pedro que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se la había quitado para poder trabajar), y se echó al mar. Juan 21:1-7
En este pasaje bíblico se marca el error que muchos cometemos: una decisión nuestra puede influenciar a muchos.
Tomar una decisión sin consultar a Dios es un gran error. Una decisión precipitada puede comprometer su vida espiritual.
Por mejor que sea la intención y por más capacitado que uno sea, el resultado siempre será frustración si no se consulta primero a Dios.
Jesús no estaba en la barca porque no fue invitado a pescar con ellos. Así mismo, Jesús respeta a quienes no lo invitan a estar en sus vidas.
Cuando uno está irritado, principalmente por las malas decisiones y por no alcanzar sus objetivos, esto drena su energía.
Así como a los discípulos Él les preguntó si sacaron peces y respondieron que no, aún tenemos cómo reparar ese error: echar la red a la derecha de la barca, siguiendo la dirección de Dios.
Excusas, cansancio, irritación… es lo que no debemos tener.
La irritación es un espíritu que se transmite, por eso no debemos rendirnos a la irritación, porque esto causa desequilibrio emocional.
Paremos de dar excusas y seamos el Hijo que Dios busca que seamos.
La red en acción simboliza la fe sobrenatural.