A los 97 de edad, la inglesa Margaret Thome Bekema se emocionó al recibir su diploma de de secundaria. Durante muchos años luchó por eso y, cuando finalmente fue a recibir el certificado de conclusión del curso, no pudo contener las lágrimas (foto).
Margaret esperó 79 años por esta oportunidad, a pesar de que era una alumna ejemplar. Esto se debe a que, en 1932, se vio obligada a abandonar la escuela para cuidar a su madre con cáncer y a sus hermanos menores. El diploma que Margaret recibió el 3 de octubre de este año, tiene la fecha en la que se habría graduado, en 1936.
“Doy gracias desde el fondo de mi corazón”, expresó.
Los hijos de Margaret entraron en contacto con la escuela en la que estudió para ofrecerle un diploma de honor, conquistado luego de una vida de “sacrificio y trabajo”, según afirma su primogénito, Gerri Smith.
Lo que debemos aprender de Margaret
La historia de Margaret es muy linda, sin embargo, más que eso, es un ejemplo de perseverancia. La fuerza que tuvo para luchar durante toda la vida y mantener su sueño vivo nos remite a la Biblia, en el libro de Salmos, capítulo 37, versículo 5, que recomienda: “Encomienda al SEÑOR tu camino, y confía en Él; y él hará.”
Según el obispo Julio Freitas¸ no importa el tamaño de la fe de alguien, si la persona usa esa fe con sabiduría, será capaz de alcanzar cualquier objetivo. “No importa el tiempo de Iglesia ni la edad, lo que sí importa es que usted no se desanime, dude o desista”, explica.
Según el obispo, aquel que cree verdaderamente en Dios no se preocupa con los resultados, porque sabe que haciendo su parte con dedicación y amor, los resultados serán buenos. Tiene que creer. “Solo así, lo que antes lo humillaba, dejará de existir y su sueño se realizará” , afirma.
Todo cambió cuando ella ya no creía en el cambio
La Biblia dice que Dios ” da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan al SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40.29:31).
A los 59 años de edad, la irlandesa Marie Keogh sabe exactamente la fuerza de esa Palabra. Ella sufrió toda su vida con depresión y ataques de pánico. Los problemas eran tan frecuentes e incontrolables que la crianza de sus dos hijas se vio perjudicada, ocasionando la falta de armonía en la familia.
Marie buscó, de todas maneras, curarse. Pero sucedió cuando ya no creía más en el cambio, a los 49 años de edad. “Llegué a la Universal luego de leer un folleto que decía que yo podría ser liberada”, cuenta. “Tenía insomnio y muchas noches con ataques, quitando la paz de mi casa.”
Frecuentando regularmente la Universal, Marie percibió que, con fe, todo es posible. Ya no sufre depresión y rápidamente fue libre de los ataques de pánico. “Mi casa hoy tiene paz y soy muy unida y cercana con mis hijas”, concluye.
Usted también puede alcanzar sus sueños y objetivos, no importa su edad. ¿Quiere saber cómo? Participe, en la Universal más próxima a su hogar, haga clic aquí y vea las direcciones.
[related_posts limit=”17″]