A partir del 6 de agosto, quien no es bautizado en el Espíritu Santo tendrá la oportunidad de dedicarse aún más a recibirlo, durante el Ayuno de Daniel. Serán 21 días en los cuales los que deseen involucrarse más con Dios, se alejarán de las informaciones seculares para sumergirse de cabeza en la búsqueda del Espíritu de Dios.
¿Por qué participar?
Recientemente, el obispo Edir Macedo, en su programa Palabra Amiga, que sale al aire todos los días a las 12 h, por Red Aleluya, explicó la diferencia entre la persona que es bautizada con el Espíritu Santo y la que no lo es.
“Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.” 1 Corintios 15:45
Las almas vivientes son las personas que viven sujetas a sus emociones y sentimientos. El obispo aclaró que todos nacen en esta condición. “Nacemos en este estado natural, nuestra naturaleza es emotiva. La Biblia la denomina alma viviente, pero, cuando nos convertimos, morimos para el mundo”, afirmó.
Después de esta entrega, el Espírito Santo transforma a la persona en espíritu vivificante. “Fue lo que sucedió conmigo, y es lo que les ha sucedido a millones de personas que, verdaderamente, se entregan al Señor Jesús”, resaltó el obispo.
La oportunidad
Aproveche los 21 días del propósito para desconectarse de las redes sociales, las noticias seculares y conéctese con Dios. “El Ayuno es esencialmente para las personas emotivas. Si usted es una de ellas, tendrá una excelente oportunidad para cambiar de naturaleza y tener la naturaleza de Dios. Pues, el espíritu vivificante da vida a las personas. Cuando recibimos el Espíritu Santo, nos convertimos en la propia bendición”, finalizó el obispo.