Los habitantes de Camberra, capital australiana, encontraron recientemente a una oveja diferente. Perdida desde hacía muchos años de una hacienda cercana al lugar en el que fue encontrada (no hay información exacta de cuánto tiempo estuvo perdida ni se sabe exactamente de dónde vino), el animal ya tenía 43 kilos de lana, muchos más de lo que es saludable para la especie.
De acuerdo con la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals, entidad de protección animal que fue llamada para cuidar a la oveja, la falta de esquila perjudica a la higiene del animal al acumular suciedad, pudiendo causar infecciones y atraer a parásitos letales.
Tammy Ven Dange, directora de la entidad, explicó a la red BBC que, para que una oveja sea saludable, es necesario que esté bajo los cuidados de su protector. Caso contrario, la muerte es casi segura.
El buen pastor
La Biblia compara varias veces al cristiano con la oveja (la hembra del carnero), y a Jesús con su Pastor.
En el libro de Juan (10:27-28), el propio Señor Jesús les explica a los judíos: “Mis ovejas oyen Mi voz, y Yo las conozco, y Me siguen, y Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de Mi mano.”
“La oveja es el único animal totalmente vulnerable. O sea, diferente a todos los animales, la oveja no posee sentido de autodefensa ni se defiende. Su vida y seguridad dependen totalmente del pastor”, destaca el obispo Macedo en su blog.
El hecho de que el Señor haya elegido a ese animal para compararlo al hombre deja claro que los que siguen al Pastor recibirán el amor y los cuidados de Él. Mientras que las ovejas que no Lo sigan estarán por cuenta de su naturaleza, corriendo el riesgo de atraer a los “parásitos letales”.
De acuerdo con el obispo, la oveja conoce la voz de su Pastor y obedece, porque confía en Él. “Su vida depende de la obediencia incondicional a Su liderazgo absoluto.”
Nunca es tarde
Semejante al caso ocurrido en Australia, en 2004, la oveja Shrek también fue encontrada después de estar perdida durante 6 años, en Nueva Zelanda. El animal tenía 26 kilos de lana en su cuerpo. La conmoción por el encuentro entre la oveja y su pastor fue tan grande, que la esquila se transmitió en vivo por televisión a todo el país.
Esa alegría también ocurre cuando la “oveja perdida” vuelve y se entrega a Jesús como Él mismo afirma:
“¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” Lucas 15:4-7
Eso significa que Dios está esperando por aquellos que están apartados y les ofrece una nueva chance a cada uno que decide entregarse. Sepa cómo convertirse en “una oveja del Señor” participando de la Reunión de los Hijos de Dios, que ocurre todos los miércoles en la Universal.
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