¡Una tarde especial para todas las mujeres!
Todas tenemos nuestras propias opiniones, pero es la Palabra de Dios la que debe guiarnos.
Cuando una persona tiene una creencia, naturalmente camina en dirección a ella; sin embargo, no siempre esa creencia es verdadera.
Estas son cinco situaciones que nos llevan a crear nuestras “verdades”:
Lo que veo: muchas veces nos dejamos llevar por lo que vemos o sentimos, sin razonar a la luz de la Palabra.
Lo que viví: las malas experiencias pueden llevarnos a formar opiniones erróneas que luego asumimos como verdades.
Lo que guardé: palabras, momentos, recuerdos… Cada una decide qué conservar en su interior, y eso determina cómo piensa y actúa.
Lo que espero: a veces limitamos el poder de Dios por las decisiones que tomamos.
Mi voluntad: nuestra naturaleza humana no siempre quiere aceptar la verdad de Dios, pero es decisión de cada una rendirse o no a Él.
Debemos observar nuestras actitudes y palabras, porque reflejan lo que hay en nuestro interior.
La Verdad de Dios muchas veces confronta nuestra voluntad, pero es allí donde debemos rendirnos a Él.
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. Juan 14:6
Nuestras opiniones o nuestra manera humana de hacer las cosas no sirven; solo Su Verdad permanece.