El obispo Macedo alertó sobre este tema durante una reunión en San Pablo
Arrepentimiento, entrega sincera, nacer de Dios. Estos fueron los temas abordados durante el mensaje dejado por el obispo Edir Macedo a la multitud que estuvo presente, este último domingo 13, en el Cenáculo del Espíritu Santo en Santo Amaro, zona sur de la capital paulista.
Apenas comenzó el encuentro, el obispo hizo cuestión de dejar en claro a todos que, por peor que sean los pecados cometidos por las personas, la Palabra de Dios garantiza que cuando existe un arrepentimiento sincero, el pecador podrá ser perdonado y podrá tener la conciencia limpia, más blanca que la nieve. “La sangre de Jesús hace que todos los pecados sean lavados, de forma que el más vil pecador se torne tan santo como la virgen María lo fue, y también semejante a los hombres de fe, pero es necesario darle la vida al Señor Jesús, para que Él pueda lavarlo.”
El obispo también alertó al respecto de la existencia del mal y enseñó que Dios no castiga a nadie, sino que la persona cosecha lo que siembra. “Existe el bien y el mal, esto es un hecho. Dios es la fuente del bien y el diablo es la fuente del mal. Si usted hace lo que es malo, Dios no va a castigarlo ni maldecirlo, Él no va a hacer nada, usted apenas va a cosechar lo que sembró. Sin embargo, cuando usted obedece Su Palabra y manifiesta temor para con Él, cuando Le invoca, Él viene a su encuentro”, enfatizó.
En la lectura bíblica, destacó lo que dice en el libro de Juan, capítulo 1:12-13. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
Y explicó: “No todos son hijos de Dios, sino que los hijos de Dios son los nacidos de Dios. Tienen que tener el ADN de Dios. El hijo de Dios tiene poder, y el diablo sabe quién es él. Además de eso, el verbo creer involucra mucho más que simplemente creer, significa casamiento, lealtad, fidelidad.”
Después de las orientaciones, aquellos que aún se preguntaban sobre cómo conquistar el tan importante nuevo nacimiento, para transformarse en un verdadero hijo del Altísimo, tuvieron sus dudas respondidas en las siguientes aclaraciones dadas por el obispo. “Usted tiene que arrepentirse de sus pecados, debe morir para el mundo. Pues, el nuevo nacimiento representa el arrepentimiento. Juntando el uno con el otro, usted se vuelve una nueva criatura”.
Antes de finalizar el encuentro de fe, el obispo pidió que se acercaran al altar para recibir una oración los que querían abandonar la vida equivocada y comenzar una vida nueva, delante de Dios.
Aquellos que participaron del propósito de la “Hoguera Santa de la vida sentimental” también recibieron oraciones especiales por el pedido presentado en el altar, que será llevado al pozo de Jacob esta semana.