En cualquier actividad profesional la exigencia por la productividad y mejores resultados es inevitable, porque vivimos en una época en la que la competitividad del mercado de trabajo hace que el trabajador siempre tenga que mostrar un alto rendimiento. Por lo tanto, lograr administrar la rutina y aprovechar al máximo las horas puede ser muy favorable para alcanzar el rendimiento esperado y también representa la posibilidad de ascenso profesional. Sin embargo, no todos hacen eso. Muchos pasan bastante tiempo dispersos, lo que puede perjudicar la carrera, sin hablar de que esa actitud puede significar pérdida de tiempo.
Mariana Ventura Ferreira, de 26 anos, (foto al lado) atravesó una situación así. Ella tenía la costumbre de entrar a internet mientras estaba trabajando y terminaba reduciendo el tiempo dedicado a las actividades del trabajo. “Internet me distraía mucho y yo no alcanzaba la meta en el trabajo. El vicio era tan grande que, a veces, no tenía ninguna notificación, pero sentía la necesidad de usar el celular, desbloquearlo y mirar como si tuviera. Las personas me hablaban, yo las miraba y les preguntaba que me habían dicho, porque no me podía concentrar”, explica.
Los compañeros de Mariana comenzaron a decirle que su actitud podría causarle problemas, pero la joven no le daba mucha importancia, hasta que un pequeño accidente sucedió. “Un día, al salir de del trabajo y mirar el celular, crucé la calle y me golpeé la cabeza en un árbol”, cuenta.
A partir de eso, la joven se dio cuenta de que en realidad tenía que hacer algo en relación a la dispersión y restringió el uso del aparato, principalmente en el trabajo. “Tuve que darle prioridad a las cosas más importantes en mi vida. Ahora puedo concentrarme hasta lograr la meta en el trabajo. Converso mejor con las personas y siempre cara a cara. Los jefes vieron mi cambio de actitud y me dieron más responsabilidades”, revela.
Para ayudar en casos como el de Mariana, el Universal conversó con el coach Emanuel Quiróz. El profesional, de 50 años, da algunos consejos de cómo y por qué es importante mejorar la productividad en el trabajo.
¿Cuál es el principal problema que distrae en el trabajo?
La dispersión y la falta de concentración. La concentración es necesaria en primer lugar porque estamos ejecutando una función que es paga dentro de una estructura, recibiendo un salario y tenemos que dar un servicio a cambio. Nuestro tiempo pasa a ser el tiempo de la institución.
¿Cómo concientizarse del problema?
Hay que tener en cuenta que hoy en día es difícil conseguir y mantener un empleo. Las empresas quieren a los que tengan un mayor compromiso con ellas y eso se refleja en los resultados. Cambian a la persona que no los alcanza por alguien que sí los va a cumplir. Por eso, el tiempo es tan importante. Hay que pensar si estamos haciendo un cambio honesto y realmente dar nuestro tiempo a la empresa.
¿Cómo optimizar el tiempo?
Para evitar la dispersión es necesario tener disciplina, crear una actitud mental de que usted está en el trabajo para trabajar, una condición, una especie de disparador que se activa cuando usted entra todos los días a la empresa.
¿Cómo no dispersarse con las redes sociales o WhatsApp, por ejemplo?
Internet es la nueva televisión donde se ve todo, lo que quita la atención fácilmente. Por eso, hay que disciplinarse y no gastar tiempo con información que no será utilizada en el trabajo y reflexionar si está aprovechando bien el horario que le están pagando, usando su tiempo dentro de la organización para realizar el trabajo. No digo que tiene que salir totalmente de internet, pero tiene que comenzar a reflexionar.
¿La organización para a ser fundamental?
Haga una lista de prioridades y comience a organizarlas con el tiempo de entrega, no con el tiempo de ejecución, ya que permite obtener una lista de lo que debe hacerse con mayor rapidez. Con el tiempo, las acciones irán mejorando y las personas comienzan a saber el tiempo real de sus tareas.
¿Los ejemplos dentro de la empresa pueden ayudar?
Los ejemplos de éxito siempre nos dan una dirección. Quien está teniendo los mejores resultados, quien es admirado y lo que las personas hacen para llegar a ese punto también sirve de orientación. Al final, la vida siempre nos muestra algo, es solo cuestión de que nosotros nos abramos.
¿Cuál es la importancia del jefe en ese momento?
El jefe es importante para guiar al empleado en ese sentido, pero hay que tener la humildad para llegar a él y preguntarle. Hay un dicho japonés que dice “preguntar es la vergüenza de un día, pero no preguntar puede ser una vergüenza para siempre”.
¿La vida personal contribuye para dispersarse en el trabajo?
Salvo algún problema de salud, es posible no dejar que interfiera en el trabajo. Es una cuestión de disciplina.
¿Qué otro consejo da para que no haya dispersión?
Un buen ejercicio es ponerse en el lugar del patrón y preguntarse qué es lo que a la organización y a su patrón le gustaría que hiciera. Un análisis más profundo para tener empatía y saber lo que está sucediendo en el otro extremo. Por ejemplo, ¿si yo fuera mi patrón me despediría por mi conducta? Si la respuesta es sí, es momento de cambiarla. Después de todo, perder un trabajo por ser negligente en sus funciones puede traer la sensación de que todo podría haber sido diferente.
¿Largas reuniones también pueden aumentar la dispersión del trabajo?
Algunas reuniones realmente son largas. Yo soy adepto a las reuniones cortas, en las que se habla del día anterior, de lo que se puede hacer hoy y después se da un consejo, de seguridad, por ejemplo. Eso crea una cultura en la empresa también de optimizar el tiempo para mantener el grupo siempre conectado.
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