Es muy común que las personas relacionen el autoestima con el hecho de verse bien. Por ese motivo, están siempre en búsqueda de algo nuevo para mejorar su apariencia, con la intención de sentirse bien consigo mismas. Van al gimnasio, se compran ropa de moda, cambian el corte de pelo, invierten en productos de belleza e incluso apelan a las cirugías plásticas.
Pero, ¿será que todos esos cuidados para con la apariencia pueden cambiar el autoestima de alguien? Para Cristiane Cardoso, depende del caso. “Los cambios en la manera de vernos pueden hasta elevar nuestra autoestima por un tiempo, sin embargo, después que deja de ser una novedad, el autoestima comienza a bajar nuevamente. Para que el autoestima esté siempre alta, no basta con arreglarse, cuidarse o trabajar su cuerpo. Esas cosas ayudan, pero no logran el resultado permanente que usted tanto quiere. Es necesaria una serie de cosas para mantener el autoestima elevada, entre ellas, tener amor propio y vivir aprendiendo constantemente”.
Según el psicólogo Alexandre Rivero, el autoestima está relacionado con la autoaprobación. “Produce una sensación de respeto, eficacia y mérito personal. Podemos comprender porqué el autoestima y el desempeño están íntimamente relacionados. La baja autoestima produce miedo e inseguridad en las distintas áreas de nuestra vida: en la relación hombre-mujer y en el ámbito profesional, personal y social. Podemos amar, contribuir y ayudar cuando nos amamos a nosotros mismos”.
Entre otras características, una persona con el autoestima baja se resiste a los cambios, no busca mejorar, es posesiva, posee una baja percepción de sí misma, tiene miedo a tomar decisiones y a decir sus opiniones y poca capacidad de controlarse. Por otro lado, aquella que posee el autoestima elevada reconoce su valor. Por eso es flexible, está aprendiendo todo el tiempo, se conoce a sí misma, asume responsabilidades y no tiene miedo de tomar decisiones.
El especialista da algunos consejos para mejorar su autoestima:
1. Reconozca sus cualidades;
2. Desarrolle la habilidad de identificar sus emociones;
3. Dígase palabras positivas, por ejemplo, “yo puedo aprender a lidiar con esa situación de una mejor manera”;
4. Genere estrategias para resolver problemas, por ejemplo, subdividir el problema en partes y resolver paso a paso;
5. Crear una lista de pensamientos automáticos de baja autoestima para ser consciente de los pensamientos negativos;
6. Transferir la habilidad de comprender al otro para poder comprenderse a sí misma;
7. Terminar con la creencia de que necesita ser perfecta para no ser rechazada. Incluso con fallas, puede ser amada;
8. Valore su historia de vida y comprenda la formación de sus creencias sobre sí misma;
9. Construya una historia optimista de la trayectoria de su vida generando palabras positivas sobre las distintas etapas. Enfatice sus realizaciones y entienda que hasta en los momentos de fracaso usted aprendió.
Según Cristiane, para amarse es necesario valorarse, y para valorarse es fundamental entender su valor: “Eso solo Dios puede mostrarle. Cuando entendí mi valor delante de Dios, me vi con otros ojos”, destacó la escritora.
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