El castigo moderno de “confiscar” el celular de los hijos ha sido usado por muchos padres. “¿Cómo convencer a mi madre que me devuelva mi Smartphone?” – Se desahogó una joven en una red social. Ella está castigada hace un mes y pide consejos que la ayuden en la “negociación”. Pareciera que los padres dan un disparo certero cuando llegan al “punto débil” de los hijos castigándolos de esa manera.
Sin embargo, una niña de 12 años perdió el control cuando su madre le quitó el iPhone, en Colorado, Estados Unidos. Ella intentó envenenar a su madre con lavandina dos veces, en menos de una semana.
En el primer intento, ella puso el líquido cáustico en el café del desayuno. La mujer bebió y notó un olor extraño, pensando que la taza no había sido bien enjuagada. La madre tuvo que dirigirse al hospital y recibió el alta horas después. La segunda vez, la joven mezcló el líquido con el agua de la botella de la madre, que pronto se dio cuenta de la trampa.
Entonces, la mujer, notó que su hija había creado un plan con la intención de matarla, a causa del celular. La adolescente fue denunciada y llevada a un centro de detención juvenil.
La adicción de la muerte
Dos años atrás, la prohibición de una madre llevó a un niño británico, también de 12 años, al suicidio. Según la investigación policial, la madre y su hijo pasaron dos días discutiendo después de que el muchachito perdió el acceso al aparato. Después de la última pelea, él dijo que iría a escuchar música a la habitación. Pero, unos 40 minutos más tarde, su hermano lo encontró ahorcado.
Según los investigadores, el joven no tenía la intención de matarse, pero quería llamar la atención de sus familiares como un pedido de ayuda. El médico forense de la ciudad declaró en la investigación que, a veces, los niños no entienden las consecuencias de sus actos”.
Y, usted ¿impone límites a sus hijos con respecto al uso de celulares? ¿Cómo modera el acceso? Comparta con nosotros su opinión en los comentarios de las redes sociales.
[related_posts limit=”12″]