En una familia donde las mascotas son parte de la familia y hay estrecha convivencia, la prevención de enfermedades por medio de la vacunación de esto últimos cobra importancia, esto para mejorar la calidad de vida de los animales y evitar focos de infección que afecten también la salud de los dueños.
Las principales vacunas para perros son contra parvovirus, moquillo, leptospirosis, hepatitis canina y rabia.
En gatos se usan vacunas contra, leucemia, panleucopenia y rabia entre otras. De entre todas las vacunas citadas, la de la rabia es obligatoria ya que es una enfermedad que es transmisible al ser humano.
Dichas vacunas deben ser siempre administradas en animales sanos por profesionales médicos veterinarios, quienes aconsejarán el calendario de vacunación, cuantas y a qué edades han de ser administradas, ya que hay que tomar en cuenta el estado de salud de los cachorros o de los adultos y la situación epidemiológica del lugar.
Por ejemplo, un perro que tiene contacto con otros animales tiene un riesgo distinto al de otro que se mantiene solo en un departamento o que nunca sale de casa.
“En cuanto al parvovirus, se estima que en Latinoamérica sólo 15% de la población canina total es vacunada, por lo que hay más perros que son infectados y que a su vez están diseminando el ambiente con el virus a través de haces, saliva, el cual es resistente a la mayoría de los desinfectantes comunes y puede sobrevivir en el ambiente por meses y hasta años”.
“La prevención en la salud de nuestras mascotas, además de las vacunas incluye cuidados de higiene y alimentación, que si olvidamos hacerlo o relajamos estas prácticas, podemos estar provocando un problema crónico, más desgastante para la mascota y para el dueño y familiares”, habla el experto Gilberto García Benavente.