Cristina Giménez encontró en la Hoguera Santa la oportunidad que necesitaba para cambiar de vida. Conozca su historia: “Tenía nerviosismo, miedo a la oscuridad, fobias, escuchaba ruidos extraños, sufría con terribles dolores de cabeza y no podía dormir si no era a base de pastillas. No tenía dinero ni para alimentar a mis hijos. Además, estaba enferma, tenía un tumor en la cabeza, fiebre reumática y un tumor en un ovario”, cuenta.
Ella buscó ayuda en la casa de los espíritus, pero todo empeoraba. Comenzó con ataques de nervios y enfermedades que no tenían un diagnóstico preciso. Encima su hija no caminaba ni hablaba, realmente era una situación delicada la que enfrentaba.
En esos momentos se acercó a la Universal y comenzó a participar de las reuniones, así descubrió el poder de la fe y se lanzó en las manos de Dios para alcanzar un cambio total de vida.
“Participando de las reuniones y sacrificando en la Hoguera Santa logré ser libre de todo lo que me angustiaba. Gracias a mi sacrificio Dios me libró de los tormentos espirituales, me sanó a mí y a mi hija. Mi familia fue bendecida, puedo afirmar que las respuestas de la Hoguera Santa se notan en mi vida económica, conquisté un auto, una casa y sigo luchando porque Dios responde siempre. Actualmente con mi pareja tenemos 6 autos porque estamos desarrollando un proyecto ambicioso.
La última Hoguera Santa sacrifiqué por mi tío que tenía cáncer de próstata, uno de los médicos me dijo que el cáncer se había extendido a todo el cuerpo. Él se burlaba de mi fe, pero tocó fondo y aceptó ir a la Universal. Dios lo curó, fue un milagro”.
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