“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño de la muerte segunda.” Apocalipsis 2:11
Si alguien tiene oídos y practica la Palabra de Dios, será un vencedor, pues obedeció y cumplió sus Leyes. Sólo así su alma será libre de la segunda muerte.