Fernando Gauto: “Tuve la oportunidad de ir al Templo dos veces, es una obra extraordinaria, las veces que fui, volví con la respuesta que necesitaba. Cuando vi el templo fue magnifico.
La primera vez que viajé estaba pasando por problemas económicos, fue algo muy fuerte porque ese viaje me ayudó a despertar la fe y me abrió los ojos. Hice mi voto con Dios y un tiempo después me cuadruplicaron el sueldo y cobré un juicio, fue inesperado porque ese tipo de casos tardan años, pero gracias a Dios me llamaron. En el segundo viaje, llevé a mi madre que pasaba problemas familiares. Fuimos, conoció e hizo su voto, pidió por mi abuela que estaba enferma y ella se sanó y los problemas familiares se terminaron.
Estoy dispuesto a volver porque es algo increíble, la obra, la prolijidad y la santidad reflejan la grandeza de Dios, es algo inexplicable”.
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