Una traición trae sufrimiento en la vida de todos los involucrados. La persona traicionada se siente humillada, el amante tiene, en el fondo, la esperanza de dejar la soledad, y el traidor sufre las graves consecuencias de una decisión incorrecta e impulsiva.
En esa historia, normalmente quien vive el papel de amante vive las siguientes situaciones: Es siempre el segundo en la vida del otro, solo atrae a personas comprometidas o casadas, espera a alguien que solo la usa y nunca asume la relación, y es humillada constantemente.
Pero, aun así, en el fondo, las personas que aceptan ser “el otro” en una relación tienen la esperanza de ser feliz en la vida amorosa. Del otro lado, todo cónyuge espera la fidelidad de su pareja. Y la verdad es que ambos sufren por desilusionarse con el traidor.
Entonces, si usted tiene un perfil de amante, de hombre o mujer que está siendo traicionado, entienda que la felicidad solo entrará en su vida cuando usted deje de aceptar las relaciones abusivas. Para eso, es necesario dar el primer paso en dirección al amor propio: eleve su autoestima y ámese antes de pensar en el otro. Al aceptar compartir a la persona que ama, o estar de acuerdo en recibir apenas las migajas de ese “amor”, usted está destruyendo sus sueños, sus planes y su vida.
No hay posibilidades de felicidad en una relación en la que hay traiciones. Por eso, en la Terapia del Amor usted descubrirá cómo terminar con la maldición del amante en su vida y aprenderá a ser verdaderamente feliz en el amor. Luche por usted. Lo esperamos este jueves a las 10, 16 y 20 h en Av. Corrientes 4070.
Superaron un pasado de decepciones
Tanto Natalia como Alejandro sufrieron decepciones amorosas. A ella la abandonaron estando embarazada y él tuvo un primer matrimonio que duró apenas ocho meses. Cuando se conocieron, creyeron que iban a poder ser felices, pero parecía que la historia se iba a repetir.
“Estábamos pasando muchos problemas en el matrimonio, había agresividad, peleas, intentos de infidelidad. No había paz en la relación. Por haber sufrido un abandono en el pasado, yo le exigía a Alejandro mucha atención, cosa que él no me daba. Era un hombre frío, poco cariñoso, no era atento. Intentando que cambiara, le gritaba, lo ahogaba y eso, lejos de ayudar, empeoraba la situación”, cuenta Natalia.
Alejandro cargaba con un fracaso previo y le era difícil responder a los pedidos de atención de Natalia, y por eso iban rumbo a una nueva separación.
Buscando una solución, conocieron la Terapia del Amor y, participando de las charlas, lograron cambiar: “Nos entendemos, yo aprendí a ser una mejor esposa y con eso logré lo que esperaba de él. Estamos viviendo algo nuevo, nuestro matrimonio es feliz y estamos muy bien”, cuenta Natalia, a lo que Alejadro añade: “Si no hubiéramos conocido la Terapia del Amor, hoy estaríamos separados”.
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