“Me liberé de la depresión y la miseria”
Elisa: “Yo tenía depresión, era nerviosa y agresiva. Tenía pensamientos de muerte, deudas, fracasos, problemas de salud y en mi matrimonio. Llegamos a vender cosas de la casa para pagar a parapsicólogos para que hicieran una limpieza en la casa y nos liberara, pero no sirvió de nada.
Llegué a la Iglesia Universal por primera vez un viernes y toqué el manto. Desde entonces, empecé a tener paz y a poder dormir. Me liberé de la depresión, del nerviosismo y de la miseria. Hoy dialogamos con mi esposo, trabajo como podóloga y tengo mi casa propia”.
Sus hijos se sanaron de asma
Adriana: “Mi vida estaba destruida. Sentía un vacío interior que no podía llenar. Mis hijos estaban enfermos de asma y llegaron a estar en terapia intensiva, al borde de la muerte. Yo no podía trabajar porque me internaba con ellos, a veces por quince días. Eso requería mucho gasto de dinero en medicamentos. Vivía en la miseria.
Conocí la Iglesia Universal gracias a una invitación de mis padres. Llegó el día en el que se realizó el propósito del manto y yo vi una oportunidad para poder solucionar mis problemas”.
“Había perdido a mi familia”
Gastón: “Yo estaba en los vicios de cigarrillo, marihuana, alcohol y pastillas. Mi vida era un desastre. No podía avanzar en la vida. Llegué a un punto en el que quise suicidarme porque no encontraba una solución. Había perdido a mi familia y caí en un pozo depresivo.
Llegué a la Iglesia Universal gracias a la invitación de un amigo, comencé a participar y a poner en práctica lo que los pastores decían. Cuando se realizó el propósito del manto, usé mi fe, determiné que iba a ser libre de los vicios y así fue. Hoy soy feliz, gracias a Dios”.
Si los problemas no lo dejan en paz y quiere ser libre de los tormentos espirituales, participe de la Reunión de Liberación a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h y 20 h, en la Universal más cerca de su domicilio.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al (011) 5252-4070.