Todos los Siervos estuvimos presentes en la vigilia “Novedad de Vida”.
En estos últimos tiempos se percibió una resistencia al Arrepentimiento y acomodación con el problema.
Por tanto, dad frutos dignos de arrepentimiento; y no presumáis que podéis deciros a vosotros mismos: «Tenemos a Abraham por padre», porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras. Y el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego. Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. El bieldo está en su mano y limpiará completamente su era; y recogerá su trigo en el granero, pero quemará la paja en fuego inextinguible. Mateo 3:8-12
Presunción: Vanidad en considerar o aceptar una cosa como verdadero o real, cuando no lo es.
Los religiosos son presunciosos.
Los frutos de Arrepentimiento es uno mismo quien debe darlos, no es el Espíritu Santo quien lo hace por nosotros, sino uno mismo con actitudes, no con sentimientos o palabras.
El estado del árbol se ve por sus frutos, los frutos de una persona arrepentida es que ya no practica lo que desagrada a Dios.
No es por el mucho hablar que seremos oídos o por conocer mucho la palabra que seremos edificados, No, es la práctica que nos edifica.
El Hacha es la Palabra, que llega a nosotros, no para condenar sino para Alertar.
Si pecamos debemos asumirlo, confesándolo, el primer proceso es el Arrepentimiento, después el Bautismo con el Espíritu Santo y después el Bautismo con Fuego que son las pruebas.
Si no valoramos nuestra alma, tampoco valoramos el alma del prójimo.
Quien es bautizado con el Espíritu Santo no huye del proceso que debe pasar y ser hecho.