Everton Barroso decidió ser parte del contingente de Argentina que viajaría junto con la FJU al Templo de Salomón en el año 2015. Él nos cuenta su experiencia: “Tomé la decisión de ir al Templo de Salomón porque sabía que sería una experiencia sin igual. Al llegar al Templo de Salomón fue realmente como pensé, pues al entrar ya sentí una renovación espiritual. La verdad es que fue una experiencia inexplicable y de verdad salí renovado”.
Tanto él como las personas que estaban allí tuvieron una experiencia única con Dios, cabe aclarar que antes del viaje se habían preparado espiritualmente para que realmente se produjera la renovación espiritual que tanto anhelaban. “Todos los presentes en el Templo de Salomón vivíamos una misma fe, un mismo pensamiento, ser llenos del Espíritu de Dios. Allí conocí personas maravillosas con quienes entablamos una amistad, aunque algunas vivan lejos y otras más cerca, el vínculo es la misma fe.
Recomiendo visitar el Templo de Salomón porque es una experiencia incomparable, el propio Dios nos restaura y renueva para continuar sirviéndolo”, afirma sonriendo.
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