Señora Cris, ¿todo bien?
¡Siempre quise conversar con usted y estoy consciente de que no podía perder esta oportunidad! Creo que usted recibe diariamente muchos recados por medio de las redes sociales, ¿no es cierto? Sin embargo, ¡¡¡fui agraciada con la posibilidad de entregarle personalmente esta pequeña cartita!!!
Escribo con el objetivo de decirle lo mucho que la Iglesia Universal contribuyó y contribuye a mi desarrollo como ser humano, ¡especialmente al desarrollo de mi Salvación! Y en ese cuadro de crecimiento, ¡usted tiene un papel fundamental! Jeje…
En realidad, yo lo tenía todo, absolutamente todo, para que saliera mal, pues nací en un hogar sin estructura, ¡como miles de chicas! En mi caso, la falta de estructura era interna, como esa suciedad arrojada bajo la alfombra, ¿vio? Crecí en una ciudad muy tranquila, en una casa normal, al lado de mis padres y de mis hermanas.
Recuerdo que mis padres eran muy admirados, principalmente por la belleza y por la aparente educación sólida, regada de valores y principios que siempre nos enseñaban. ¡Más adelante usted entenderá el motivo por el cual resalté esta parte del texto!
Durante toda nuestra infancia estuvimos rodeadas de mucha ropa, zapatos y juguetes. Mamá nos arreglaba y paseaba por la ciudad con nosotras, y todos nos conocían como “Las hijas de Neném del Forum”. Como mi padre era el jefe del registro civil (cargo del cual se enorgullecía), era muy respetado y admirado, además del hecho de la estabilidad económica.
Pero, sabe, durante mucho tiempo no observé esa estabilidad, pues nuestro padre estaba siempre muy endeudado, debiendo a los prestamistas. Sin embargo, bastaba que se aproximase una fiesta en la ciudad y allá iba mi padre a endeudarse nuevamente, ¡comprando mucha ropa y zapatos para que “desfiláramos” por la ciudad! Papá siempre estuvo enamorado de mamá, pero era muy inseguro, al punto de hacerla sentirse inferior, siempre negándole un elogio. Y mamá compensaba todo eso fuera de casa, pues todos en la calle reconocían su belleza.
¡Y así fue! Crecimos en un hogar en el que yo tenía que ser la mejor alumna, la mejor en todo, el ejemplo. Ejemplo en comportamiento, en belleza, ¡pues siempre escuchaba que tenía que destacarme! Ahí está la semilla de la esclavitud del aparentar ser algo. Todo eso me generó mucha persecución en la escuela, pues mi material, por ejemplo, era personalizado, mi madre se dedicaba horas para hacer tapas, hacerles tapas a los cuadernos, con fotos, etc. Éramos tan perseguidas que descubrimos que mamá había abandonado nuestra casa en la escuela, a través de las burlas de compañeritas de aula. ¡Sí! ¡Era verdad! Mamá había dejado nuestra casa y se había ido a vivir a San Pablo.
¡Llegué a casa y encontré a papá como un zombi, los ojos rojos, abatido, sin decir nada! Entonces yo, con aproximadamente diez años, ¡me convertí en la madre de mis hermanas! Y papá nos prohibió que habláramos con mamá durante aproximadamente dos años. Durante ese período sufrimos con la ausencia de mamá, las burlas, los chismes y la depresión de papá, el cual exhalaba resentimiento y despreciaba a mamá siempre, siempre que podía. ¡Recuerdo que esa prohibición de no tener contacto se extendía a los familiares maternos! ¡Y mis hermanas y yo obedecíamos!
Cierta vez, en una visita de mi madre a Paratinga – BA (ciudad natal), mi padre me agarró de un lado y ella del otro, y así me tironeaban peleando, diciendo quién debería quedarse conmigo. Creo que entonces noté el caos que el mal había instaurado. En la adolescencia decidí vivir con mamá en San Pablo para estudiar, y fue así, pues me recibí en Derecho en la PUC – SP. Pero, durante ese período, presencié unos cuatro “abandonos de hogar” ya que, a cada padrastro nuevo, mamá nos dejaba para vivir con él.
Con la venida de mis hermanas a San Pablo, pasamos a administrar nuestra casa con mucho resentimiento en el corazón, impregnadas todavía por el siguiente consejo de mi padre: “¡Estudia! ¡Trabaja y sé independiente! Si es necesario, ¡ten una reproducción independiente! Lo que vale es el dinero en la cartera, porque el hombre no sirve, ¡no es confiable!”
No es difícil adivinar lo que sucedió, ¿no es así? Toda nuestra carencia (mía y de mis hermanas) fue lanzada en relaciones frustradas, problemáticas, especialmente porque buscábamos saciar, ocupar un vacío en un compañero. ¡Eran relaciones enfermizas! ¡No era saludable! Yo, por ejemplo, estaba de novia con un muchacho porque me parecía lindo el hecho de que su familia se sentara a la mesa para el desayuno. Y aun siendo humillada, traicionada, permanecía en la relación, porque no quería volver a la realidad de casa.
Señora Cris, sé que ahora entendí porqué era imposible estar casada, feliz, tener preceptos, valores familiares sólidos, en fin, ¡estar hoy en la presencia de Dios! ¿Vio la madre que nunca tuve? El Espíritu Santo usó a la Universal, y me trajo a una madre en la fe. Por medio de sus posts, por medio de las charlas y reuniones, ¡fui saciada y pulida! Y hoy, mi mayor placer es ser un ama de casa, ¡ser una esposa! Como estudié Letras, después del Godllywood, comencé a escribir e, inspirada en sus enseñanzas, comencé a escribir un blog.
Y aquella joven que la vida entera soñaba y anhelaba tener una carrera profesional, tener un buen empleo, pues eso era sinónimo de felicidad, hoy desea ser lo que Dios colocó en su interior. Hoy evangelizo con mi esposo, estoy en el curso de precandidatos a obreros y alimento en mi interior el deseo de servir en el Altar. Sé que tenemos el requisito de la edad, pero también sé que para Dios nada es imposible, y que Él puede usarme a mí y a mi esposo como y donde Él lo desee, ¿no?
Gracias, gracias y gracias por ser instrumento del Señor Jesús para enseñarnos, para enseñarme que antes necesito ser, pues el tener es consecuencia, ¡y eso queda en las Manos de Dios! Y en lo que podamos ser útiles, ¡cuente con nosotros!
¡Que Dios, nuestro Señor, la bendiga abundantemente!
¡Besos! Y como usted siempre nos enseña, ¡en la fe!
Pda.: Me olvidé de contarle dos conquistas: además de evangelista, ¡soy voluntaria del Proyecto Rahab junto con la señora Carlinda y ha sido una bendición! ¡¡¡Y me gradué recientemente en el Godllywood!!!
Stephanini
Colaboró: Cristiane Cardoso