El cáncer de pulmón es uno de los más frecuentes a nivel mundial. En la Argentina la incidencia de este tipo de cáncer es de alrededor de 10 000 casos al año, lo que lo ubica en el cuarto lugar en ambos sexos. El cáncer de pulmón afecta sobre todo a personas entre 60 y 65 años. Menos del 15% de los casos acontecen en personas menores de 30 años. Sin distinción de sexos, es el cáncer que más mortalidad genera.
Suele originarse a partir de células epiteliales y puede derivar en metástasis e infiltración a otros sitios del cuerpo. Los síntomas más frecuentes suelen ser dificultad respiratoria, tos (incluyendo tos con expectoración sanguinolenta) y pérdida de peso, así como dolor torácico, ronquera o hinchazón en el cuello y la cara.
María Ester Argañaraz es una sobreviviente del cáncer de pulmón: “Recuerdo el momento en que me dieron los resultados de la tomografía computada que confirmaba que se trataba de dos nódulos en la parte superior e inferior de mi pulmón derecho. Mil cosas cruzaron por mi mente en ese instante. Era imposible pensar qué sería de mi vida en el futuro, porque todo indicaba que iba a morir con esta enfermedad”.
Ella conoció la Universal y allí encontró la solución que necesitaba. “Me enseñaron a usar la fe y a perseverar. Participé de propósitos, campañas de fe y cadenas de oración. Gracias a Dios todo lo que aprendí y puse en práctica dio resultado. Hoy puedo sonreír porque estoy muy bien de salud, lo confirmaron los estudios médicos: el cáncer desapareció y no fue necesario someterme a ningún procedimiento quirúrgico”, dice, mientras sostiene en sus manos uno de los estudios que demuestran que los médicos comprobaron que el cáncer desapareció en su totalidad. Ella encontró la solución en la Universal, encontró en la Iglesia un lugar en que pudo ser curada por completo gracias a su fe y al poder de Dios.
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