“Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al Señor tu Dios” Deuteronomio 28:2 LBLA
Si tan sólo oímos, o sea, atendemos a la Voz de Dios, automáticamente, las bendiciones correrán detrás de nosotros. Por eso, necesitamos conocer los mandamientos del Altísimo y cumplirlos de fe en fe.