Nada es más importante que tener dentro suyo el Espíritu de Dios. Así lo destacó el obispo Macedo en la palabra amiga, refiriéndose al rey Salomón: “Tenía el mundo a sus pies, pero perdió la visión espiritual, en el fondo él perdió su primer amor”.
Por haber dejado el temor del Señor, Salomón destruyó todo lo que había construido. Su hijo Roboam asumió el trono en su lugar y siguió el ejemplo de rebeldía. “Puede ser una persona llena de sabiduría, tener autoridad, condiciones económicas. Pero si no cuida su fe y le da la espalda al Espíritu de Dios, entonces podrá tener certeza de que perderá todo. Tal y como les sucedió a los hombres del pasado, que tuvieron todo con Dios y lo perdieron porque abandonaron el primer amor.
El primer amor es el que nos sustenta, este nos da condiciones de ver lo que otros no pueden. Nos ayuda a prever el mal y de huír de este.
Si usted quiere ser un sacerdote, es necesario que reciba el Espíritu de Dios.
Indefectiblemente, los nacidos del Espíritu tienen un nuevo corazón y un nuevo espíritu. Nuevo significa una nueva mente, una mente divina. (1º Corintios 2:16),” finaliza el obispo.
Cómo recibir el Espíritu Santo en siete días
1- Cuando se recibe el Espíritu de Dios, comienza una nueva vida. Una vida libre de todos y cualquier espíritu inmundo. Sin traumas, complejos, vicios, depresión, odio y todo lo que lo aleja de Dios.
2- Durante 7 días, debe fijar su pensamiento en la palabra de Dios, dedicándole así, todo su tiempo disponible.
3- Reflexione sobre lo que lo ha preocupado en los últimos tiempos. Ore al Espíritu Santo para remover lo que no sirve.
4- Realizar un ayuno de información seculares y de programas que no sean de la IURD.
5- Hacer un ayuno de alimentos, desde la medianoche hasta el mediodía. Haga esto a partir del lunes y hasta domingo.
6- Identifique y coloque en el Altar lo que es un obstáculo para que el Espíritu Santo descienda sobre su vida. Deposite todo en el Altar de Dios.
7- Sacrifique todo lo que sea necesario, la entrega debe ser total.
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