“Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?” Hechos 19:15
Cuando el diablo dijo que conocía al Señor Jesús y que sabía quién era Pablo, él estaba diciendo, en otras palabras, que Pablo era de Dios a causa del Espíritu del Señor Jesús que habitaba dentro de él. Sin embargo, tratándose de esos siete hermanos, el diablo sabía que ellos no pertenecían a Dios, aun teniendo el conocimiento del Nombre del Señor Jesús. Vea lo que sucede con quien tiene el conocimiento bíblico, dice que cree en Dios e incluso frecuenta una iglesia, pero no tiene el Espíritu de Dios.
“Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.” Hechos 19:16
El diablo no puede cuestionar la identidad de aquellos que son sellados por el Espíritu Santo, porque estos son propiedad exclusiva de Dios.
Nadie debe engañarse con ningún tipo de conquista. Sea ella una cura, una bendición familiar, en la vida sentimental, etc.
Está escrito: “Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él.” Romanos 8:9
Este Ayuno de Daniel es para que todos sean de Dios. Claro, los que tienen sed, digo, sed de Dios.
Colaboró obispo Romualdo Panceiro.