Se acerca la Navidad, el Año nuevo y las ansiadas vacaciones. Con todas estas fechas en puerta los gastos comienzan a afectar el bolsillo de los argentinos, por eso muchos se preparan para hacerle frente a los temidos gastos de diciembre.
El sitio web Trabajando.com realizó una encuesta a 3.100 personas con la pregunta: “¿Te alcanza tu sueldo para comprar los regalos de Navidad?” El 88% de los encuestados dijo que no y solo el 12% restante afirma poder cubrir sus necesidades.
La mayoría de los trabajadores debe idear diversas estrategias para sortear la compra de regalos. El 45% de los encuestados realiza las compras con tarjeta de crédito, un 38% destaca que sacrifica otros gastos para poder acceder a ellos, un 6% debe pedir un préstamo en el banco o en su trabajo, en tanto el mismo porcentaje ahorra durante todo el año, finalmente un afortunado 5% le alcanza su sueldo sin necesidad de endeudarse.
Sin embargo, según otra encuesta, el 36% de los argentinos planea cubrir rojos con el pago extra de fin de año. En tanto, un 21% lo destinará a ahorros y un 18% lo usará para comprar artículos para el hogar o refaccionar su vivienda. Tres de cuatro argentinos esperan ansiosos la llegada de este dinero, la mayoría de ellos porque lo considera un alivio para el bolsillo.
Argentina se suma a una tendencia que se repite en gran parte de los países latinoamericanos. En México, por ejemplo, 7 de cada 10 consumidores también afirma que reducirá su presupuesto navideño, de la misma manera que lo afirma el 32% de los peruanos, según encuestas realizadas por Tiendeo (sitio web de marketing) en algunos de los países donde está presente la web y las apps. Otro ejemplo es Chile, con un 49% de consumidores que reducirán su presupuesto respecto al del año pasado.
Frente a un gasto que tiende a ir a la baja, los consumidores se plantean soluciones para exprimir al máximo su presupuesto destinado a las compras de Navidad. Los datos de la encuesta de Tiendeo.com.ar muestran que 6 de cada 10 consumidores utiliza herramientas online para ahorrar en sus compras.
El establecimiento preferido por los consumidores para comprar tanto los productos de alimentación como los regalos es el hiper-supermercado, según Tiendeo. Sin embargo, la compra online frente a la offline va ganando peso, ya que según el último estudio realizado por la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), se prevé que las compras online crezcan más del 40% este 2014.
El consumidor como marioneta
El resultado es que en fechas como esta, muchas personas simplemente dejan de pensar y comienzan a actuar como si estuvieran hipnotizadas por una fuerza mayor que ellas mismas. ¡Compre! ¡Compre! ¡Compre! Esta es la orden que viene sin interrupción de todos lados. Y, así, llevadas por lo que más parece un sentimiento de culpa que de afecto, contraen deudas que cargan incluso buena parte del año siguiente, con la intención de cumplir algo que les dijeron que es apropiado hacer.
El cuento de la Navidad es que si usted quiere ser feliz y dejar felices a sus seres queridos, es absolutamente necesario que no mida esfuerzos para garantizar que “Papá Noel” entre por su chimenea (tenga usted una chimenea o no) con un bolso lleno de regalos. Cuanto más caros, mejor. Al año siguiente, más allá de toda esa presión, brotará también la de dar un regalo aún mejor que el del año anterior. Las expectativas se volverán cada vez mayores y el mercado no tendrá pena en decirle que usted será un fracasado, si acaso no las satisface.
Lo que termina siendo olvidado en este torbellino de manipulaciones emocionales es que las personas a quienes amamos estarán con nosotros los demás días del año. No es necesario gastar más allá de lo que se puede por una noche de festividades para agradarlas. En realidad, quien lo ama a usted no quiere verlo enredado en una situación complicada de esas. Mucho mejor es demostrar afecto con pequeños regalos y agrados (que muchas veces cuestan poco, o incluso nada), durante todo el año.
En vez de eso, lo que casi todos hacen es transformar algo que, teóricamente, debería ser una ocasión de celebración (después de todo, dicen que es el nacimiento de Jesús, ¿no?), en un período de estrés y de ansiedad. Cabe a cada uno decidir si acepta esa manipulación, continuando siendo un títere del comercio, o si rompe el ciclo y hace algo diferente este año.
El estrés y la ansiedad en Navidad
Según el sitio web nascia.com, el estrés se acentúa en la época navideña. El cansancio, la acumulación de actividades, pasar demasiado tiempo con la familia, el bullicio generalizado, las compras, las expectativas no cumplidas, las discusiones, la falta de ejercicio, los excesos en comida y bebida… y por supuesto, la actual situación de crisis son las principales causas generadoras de estrés y ansiedad.
Las causas principales tienen su origen en tres razones fundamentales: las económicas, las físicas y las derivadas de nuestras relaciones sociales.
Entre las primeras destacan el aumento de deudas, la utilización excesiva de la tarjeta de crédito, la necesidad de refinanciaciones, un sentimiento de necesidad de gastar más (adicción a las compras como vía de escape), los gastos excesivos asociados a los compromisos sociales como cenas, salidas nocturnas y ocio familiar, la compra de regalos y un sin fin de gastos imprevistos.
Las razones relacionadas con nuestra forma física que acentúan el estrés durante la Navidad se centran en un cansancio general por acumulación de actividades, la posibilidad de padecer insomnio por cambio de hábitos, la falta de ejercicio y los excesos en comida y bebida.
El estrés que se origina como consecuencia de nuestras relaciones sociales se agudiza debido a la mayor cantidad de compromisos sociales como cenas de empresa, con amigos o con la familia. Entramos en una época en la que creemos que es necesario acudir a todos estos eventos, o bien nos vemos en la obligación de organizarlos nosotros mismos.
Dentro de este apartado, las reuniones familiares suelen ser las que mayor estrés producen debido a la incompatibilidad de caracteres con miembros de la familia, disputas familiares, complejos, o la necesidad de guardar las apariencias. También es una época con cierta tendencia a la tristeza y la nostalgia por el recuerdo de seres queridos ya desaparecidos.
Consejos para evitar el estrés en Navidad
A continuación detallamos una serie de consejos orientados a controlar las posibles alteraciones y evitar los estados de estrés y ansiedad, según indican los profesionales de Nascia, compañía especializada en el sector del bienestar y en el tratamiento del estrés y la ansiedad.
Desde el punto de vista práctico y económico:
– Calcule un presupuesto realista de ingresos y gastos y ajústese a ese presupuesto.
– Evite el exceso de gastos en regalos. Calcule un costo limitado por persona.
– Si va a comprar regalos, hágalo preferentemente a los niños.
– En la organización de comidas/eventos es conveniente implicar a los niños, familiares, amigos… en las tareas de organización y ejecución. Simplifica los menús. Compre por encargo a domicilio. Si se puede, recurra a servicios de catering. Utilice los servicios de compra y supermercado on-line para su comida.
Desde el punto de vista emocional:
– Ajuste sus expectativas.
– Relativice, es solo un día, un acontecimiento.
– Priorice, distinga entre lo que depende de usted y lo que no, acéptelo y recuerde que todo pasa.
– En las reuniones familiares, evite temas comprometidos o que generen discusión.
– Aprenda a decir NO. No tiene por qué acudir a todos los eventos, ni a todas las reuniones familiares.
– Huya del perfeccionismo.
– Planifique actividades de distracción.
– Dedíquele tiempo al descanso y resérvese espacios propios, concédase un descanso, un tiempo de relajación.
Desde el punto de vista físico y de salud general:
– Busque la moderación y el equilibrio.
– Duerma suficientemente.
– Haga ejercicio – aunque simplemente sea dar un paseo.
– Cuide su espalda – esta es una de las épocas del año con más lesiones debido a las posturas incorrectas, a levantar objetos pesados.
– Equilibre tu dieta con ensaladas y verduras, coma frutas entre horas, intentando comer menos grasas. Evite los procesos de “comida sin fin”.
– Busque actividades distintas en los días de celebración.
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