Pese al popular adagio que sostiene que los opuestos se atraen, lo cierto es que en cuestión de amores lo que nuestro corazón busca es a alguien que se le parezca para envejecer junto a alguien de gustos similares.
El psicólogo Rober Zajonc, de la Universidad de Michigan, realizó un experimento para comprobar este fenómeno. Analizó fotografías de parejas tomadas el día de su boda y las comparó con imágenes tomadas 25 años más tarde.
Los resultados mostraban que las parejas habían envejecido pareciéndose más el uno al otro. Y cuanto más felices habían sido, más parecía incrementarse el parecido físico.
Zajoc sugirió que las parejas terminan por parecerse porque pasan mucho tiempo juntos, por lo que terminan imitando las expresiones faciales de su acompañante.La cosa viene a ser así: si tu pareja posee un gran sentido del humor y se pasa el día riéndose, lo más probable es que con el tiempo desarrolle arrugas alrededor de la boca. Y a ti también te pasará.
También hay quien opina que los hombres y mujeres podrían sentirse inicialmente atraídos por parejas con personalidades similares. En el año 2006, científicos de la Universidad de Liverpool pidieron a los participantes en un estudio que visionaran fotos de hombres y mujeres y juzgaran sus personalidades.
Los participantes no sabían con quién estaba casada cada una de las personas que aparecía en las fotos, pero cuanto más tiempo habían pasado juntos más sencillo resultaba juzgar si tenían personalidades similares. Los investigadores concluyeron que poseer rasgos de personalidad atractivos podría hacer a su vez hacer más atractivo el rostro de una persona.
De hecho, podría incluso resultar que estamos “cableados” para enamorarnos de personas que portan ADN similar al nuestro en algunos aspectos. En un estudio realizado con gemelos, científicos de la Universidad de Ontario Occidental descubrieron que los participantes en el estudio no solo tendían a elegir parejas con genes similares; sino que las esposas de gemelos idénticos se parecían más entre si que las esposas de gemelos no idénticos.
Resumiendo, las parejas podrían empezar a parecerse el uno al otro simplemente porque – en cierto modo – ambos integrantes ya eran parecidos.