En un viaje misionero a Portugal, el obispo Edir Macedo realizó el miércoles 25 de noviembre, una reunión especial en la Universal de la capital, Lisboa. Dos mil personas participaron de la reunión y fueron incentivadas por el obispo a reflexionar sobre la capacidad que tienen de oír al Espíritu Santo.
“Dios solo habla con nosotros cuando tenemos oídos para escucharlo. Cuando no tenemos oídos para oír Su voz, entonces Él permite que los problemas lleguen, para que Lo oigamos. Así es como funciona”, afirmó el obispo.
El obispo destacó que las personas se cierran a la voz de Dios cuando todo en la vida les está “yendo bien”. Por ejemplo, si alguien tiene un buen empleo o una familia sin grandes problemas, se olvida de seguir las enseñanzas del Señor. Solo cuando se presentan las consecuencias de esa vida “sin Dios” es que los oídos se vuelven a abrir hacia Él, porque el hombre necesita a Dios para resolver sus problemas.
“Usted solo va al dentista cuando tiene dolor de muelas, y con Dios es igual”, explicó el obispo. “Por eso, la manera de que Dios hable con nosotros es a través de los dolores, de los problemas, de las dificultades. Esto quiere decir que si está pasando por algún problema grave, Dios está intentando comunicarse con usted. Entonces, Dios permite que surjan los problemas y las tribulaciones para que nos acerquemos a Él”.
Crecimiento con Dios
Joel Vaz es un empresario del rubro de comercio de muebles en Portugal, y tuvo que hacer que su empresa sobreviviera a las consecutivas crisis económicas por las cuales Europa ha pasado. Él cuenta que en 11 años, la demanda de sus productos cayó drásticamente en el país, sin embargo, su empresa sigue creciendo, y para él existe una razón evidente para esta situación:
“El éxito exige perseverancia, constancia e implica sacrificios. Solo oyendo a Dios logramos superar las dificultades y los obstáculos sin desanimarnos.”
Joel participa del Encuentro Empresarial, que es organizado por la Universal, todos los meses en Portugal. El objetivo de las reuniones es hacer que los empresarios puedan interactuar, intercambiar experiencias y entiendan que actuar con una fe racional es el mejor camino para alcanzar el éxito.
Es como ha explicado el obispo Edir Macedo en la reunión en Lisboa: “Usted tiene que aprender a utilizar el problema para sacar beneficios para sí mismo. Es hacer del limón una limonada”.
Joel entendió que siendo dependiente de los clientes portugueses, su empresa tendría gravísimos problemas económicos, como tantas otras en el país. Por lo tanto, decidió ampliar sus horizontes.
“Cuando comenzamos nuestro mercado fue solo en Portugal. Pasados algunos años, tuvimos que irnos fuera del país para encontrar otras soluciones”, explica Joel. “El mercado aquí prácticamente se detuvo. Recién ahora está empezando a reanudarse y antiguos clientes volvieron a contactarnos, pero sigue siendo reducido. El mercado extranjero ha sido bueno para nosotros”. Actualmente, la empresa realiza negocios en Luxemburgo, Suiza, Francia, Senegal y Angola, y tienen planes de llegar a Colombia.
Y usted, ¿cómo ha reaccionado ante la crisis? ¿Quiere aprender cómo seguir adelante incluso delante de las dificultades? Participe hoy mismo de una reunión en una Universal, encuentre una Iglesia más cercana a usted haciendo clic aquí y prepárese para oír lo que Dios tiene para decirle.
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