Durante el programa de IURD TV, el obispo Edir Macedo enseña cómo ser un escogido de Dios
Durante el programa de IURD TV, el obispo Edir Macedo enseña cómo ser un escogido de Dios
“A lo largo del trabajo realizado, aquellos que nos acompañan, han sido testigos de cuántas personas pasaron por la Iglesia Universal del Reino de Dios y fueron curadas, liberadas y alcanzaron una vida próspera, pero se perdieron por el camino”, dijo el obispo Edir Macedo durante programa. Él explicó que muchos que un día experimentaron los poderes milagrosos de Dios, terminaron cambiando las bendiciones por un plato de lentejas (lea Génesis 25.34).
El obispo Edir Macedo destacó los casos en que poquísimas personas se hicieron escogidas. El obispo se refirió a todos los siervos de Abraham y detalló que solo 318 eran especiales; de los casi 3 millones de personas que salieron de Egipto, solo dos entraron en la Tierra Prometida, ellos fueron Josué y Caleb. Cuando Gedeón tocó la trompeta, 32 mil hombres se presentaron para la guerra, pero solo 300 fueron escogidos de entre todo el pueblo de Israel. David contaba con 400 hombres, pero la tropa de elite solo tenía 32, y de todos ellos, solo tres eran especiales. Jesús llamó a los 12 apóstoles, sin embargo, solo 11 perseveraron; de todos los montes y montañas del mundo, Dios escogió unos pocos, entre los cuales está el Monte Sinaí.
“Todos estos números nos hacen entender que somos privilegiados. Todas las conquistas que hemos alcanzado, en realidad, no son nada en comparación a la elección que hicimos nosotros. Porque Dios llama a todos, pero los escogidos son solo aquellos que hacen Su voluntad, como Jesús dijo: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” (lea Mateo 7.22). Escogidos son los que hacen la voluntad de Dios,” afirmó.
De acuerdo a lo explicado, muchas personas están tan absorbidas por los problemas y buscando tomar posesión de las promesas divinas, que se olvidan de algo más glorioso: permanecer siendo un escogido. “Para conquistar el Reino de Dios, existen todas estas pruebas que tenemos que pasar. Son persecuciones, difamaciones, injusticias y tribulaciones a raíz de nuestra fe. Cuando asumimos nuestra creencia es que nos hacemos escogidos; pero para llegar a ser un elegido de Dios, usted necesita pagar el precio. Tiene que sacrificar de verdad, no puede ser 90% ni 99%, sino el 100%”, enseña.
El obispo explica que no hay nada en este mundo más placentero, que la persona sepa de su propia situación delante de Dios y formar parte del ejército de Abraham, que rescata a aquellos que están sufriendo. “El Espíritu Santo nos contempla con sabiduría y discernimiento para que podamos ayudar a los afligidos. Fue para eso que nos llamó, y el Espíritu de Dios sabe lo que nosotros precisamos”, aseguró.