Una vez que se tiene decidido ordenar el guardarropa, el primer paso es descartar la ropa que ya no se usará en la próxima temporada.
Hay cierta reticencia a desprenderse de aquello que ya no se utiliza o que ya no se corresponde con la talla actual, una costumbre que ayuda muy poco en estos casos. Es necesario concienciarse de que estas prendas se pueden regalar o reciclar, porque de nada sirve acumular prendas y objetos innecesarios.
En caso de que haya prendas que puedan ser útiles en otro momento, por ejemplo en el caso de una mujer embarazada que durante nueve meses deberá renovar el vestuario, se aconseja guardarlas en los lugares menos accesibles, dejando a la vista la que se vaya a necesitar. Si se dispone de espacio, otra opción es guardar la ropa que ahora resulta grande o pequeña en cajas o bolsas de plástico transparente con una etiqueta que las identifique.
Por otra parte, los cambios de estación obligan a reorganizar las prendas. En espacios muy pequeños, una estrategia para optimizar la búsqueda de la ropa consiste en guardar en maletas de viaje -que de por sí ya ocupan bastante espacio- o en cajas de plástico, debajo de la cama, las prendas de la temporada anterior.
Para evitar daños, en algunos casos irreparables, resulta muy útil comprar artículos pensados para proteger las prendas. Un ejemplo son las bolsas con cremallera diseñadas para estos casos, donde pueden guardarse desde chaquetones, mantas, edredones, ropa de cama, etc. Resulta útil que se pueda extraer el aire, reduciendo al mínimo su volumen. Se pueden encontrar en diversos establecimientos a partir de seis euros.
Medidas a tener en cuenta
Para optimizar al máximo el uso de cajoneras y elegir las más adecuadas, resulta práctico conocer las medidas de lo que se guardará en ellas. Para calcular el espacio, se pueden tomar de referencia algunos volúmenes estándar:
– Jersey doblado: 30x50x7 centímetros.
– Camisa colgada: 60x90x4 centímetros.
– Camiseta: 60x80x12 centímetros.
– Toalla de baño doblada: 40x50x8 centímetros.
Los zapatos se pueden guardar en cajas de cartón, ya que éstas se pueden etiquetar, facilitando así su búsqueda. Si las cajas ocupan mucho se puede utilizar un zapatero. En este caso, es importante conocer las medidas, ya que algunos no sirven para guardar los zapatos de tacones altos.
Consejos prácticos
– En cada compartimento se pueden guardar las prendas de una misma clase: la ropa interior en uno, los calcetines en otro, etc., con lo cual se facilitará la búsqueda.
– Los separadores de cajoneras son una opción muy práctica. Se consiguen de diferentes tamaños y son ideales para guardar pañuelos y complementos.
– Los jerséis no deben apilarse en estantes porque se correrá el riesgo de que se caigan.
– En el lugar destinado para colgar la ropa se deberá tener en cuenta que los ganchos estén a la misma altura para poder distinguir las prendas.
– Las perchas de metal pueden dañar las prendas, por lo que se aconseja elegir los de madera o plástico. Destinar dos lugares diferentes para las prendas largas y cortas también facilita el orden.
– Tanto los vaqueros como los pantalones de vestir deben ir colgados, ya que doblados ocupan demasiado sitio.
-Conviene guardar la ropa que menos se utilice en las partes superiores de los armarios o en los espacios de detrás de los estantes.