Su Paz no es de ese mundo, Su Reino tampoco
Comenzar el primer día de la semana reconociendo que solo en Sus brazos hay Paz, es el eco de lo que Él Prometió:
“La Paz os dejo, Mi Paz os doy; Yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Juan 14:27
¿A quién pedirle ayuda cuando aparecen desafíos? ¿Cómo impedir que el miedo se apodere de la razón? La sinceridad es la manera de relacionarse con Dios, la Fe Sobrenatural es la mejor muestra de que dependemos de Él.
¿Y cómo es Su Reino?
El Reino de los Cielos es la Ciudad Santa, el lugar que espera donde iniciamos la eternidad con Dios. ¿Y el Reino de Dios? ¿Está en la Tierra o en el Cielo? El Reino de Dios está acá, en esta vida. Es el cumplimiento de las Promesas de Dios en esta Tierra y les sucede a los que se entregan al Rey del Reino de Dios.
“Y volvió a decir: ¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina hasta que todo quedó fermentado.” Lucas 13:20-21
Nosotros somos como la harina y, la levadura, es la Fe. La Fe debe abarcar todas las áreas de nuestra vida. Quien quiere ser ciudadano del Reino de Dios tiene que ser como esta mujer, que agarra la levadura y la mezcla con toda la harina.
Pero, en la práctica, muchos no lo ven así. Muchas personas se dejan influenciar por los problemas, por la incredulidad de la familia. Por eso, no mezclan la levadura con la harina en su totalidad. En otras palabras, buscan a Dios parcialmente, en algunas áreas o para algunas cosas.
El Reino de Él está acá
Repensemos el ejemplo de Abraham… ¿Qué le dijo Dios a Abraham? Sé Mi siervo. Y le dijo que saliera de su Tierra, de la casa de su padre y de su parentela. O sea que, tenía que probarle su obediencia y permitir que esta Fe lo impactara de tal manera que dejara a Dios en el control de todo.
“… Y escondió en tres medidas de harina hasta que todo quedó fermentado.” Lucas 13:20
Aquella mujer tuvo esa actitud porque valoró su Fe, la defendió, la escondió. Cuidá tu Fe, no permitas que nada ni nadie esté antes que tu Fe en Dios. Solo viven en el Reino de Dios los que hacen como Abraham, los que permiten que la Fe impacte toda su vida.
Es de esa manera que se cumple el gozo perfecto: “Ustedes ven que el hombre es justificado por las obras y no solo por la fe.” Santiago 2:24. Ella escondió la levadura. No funcionó solo la Fe, el tener levadura, sino tomar la actitud de esconderla.
Este gozo es el Espíritu Santo que es la levadura que fermenta cada aspecto de la vida. La levadura es como la Fe, es poca con respecto a la harina, pero es lo que la fermenta. Aunque haya muchos problemas o necesidades, si la usa la levadura cada área de la vida estará fermentada, va a aumentar y Dios será glorificado.
Como la Fe actúa junto con obras, la Fe fue perfeccionada. Por ese motivo, aquella mujer quedó plasmada en las Escrituras Sagradas. Ella no creyó solamente, ella puso por obra su Fe.