Share Facebook Telegram WhatsApp Correo electrónico Twitter Un sueño es un proyecto personal que se desea en un futuro cercano. O sea, es una cuestión de fe, la certeza de las cosas que se esperan. Un sueño dado por Dios es un tesoro de valor incalculable. Quien lo recibe tiene en su poder de una verdadera riqueza que debe ser protegida contra los ladrones. Y como el sueño es espiritual hasta que se haga realidad, los ladrones también son espirituales.