Qué difícil es cuando los hijos no comen bien; nos sentimos frustrados, decepcionados, y un poco hartos. Pensamos que nadie más nos apoya y que al resto de la familia no le preocupa lo suficiente o tanto como a nosotros.
La hora de la comida se convierte en tensión absoluta incluso antes de comenzar, pues ya estamos previendo que nuestro hijo no aceptará lo que le demos de comer y terminamos por darle lo único que come, así sean galletas o alguna fritura.
¿Qué hago… lo dejo sin comer?
Los especialistas nos aseguran que los niños deciden cuándo comer, que llevan un ritmo interno y que solos tarde o temprano aceptarán la comida. Pero mientras, nosotros estamos sufriendo, vemos cómo pasan las horas y una comida tras otra y ellos han comido nada o muy poco.
Unos cuantos tips
Y sí, lo mejor es dejarlo un tiempo prudente sin que coma, darle un baño largo pues eso abre el apetito, mejor aun sería nadar, pero si no te es posible con la ducha es suficiente. También actividades físicas ayudan a gastar energías y su organismo le pedirá comida.
Cómo cambiar el “más de lo mismo”
Si tu hijo solo acepta un alimento que ha probado y le gusta, intenta combinarlo. Por ejemplo, si come salchichas, pues intenta poco a poco ponerle algún vegetal picado de manera muy pequeña que apenas sea perceptible.
Cuando acepte ese alimento que has introducido, intenta agregar otro, procura que sea de grupos alimenticios diferentes; si come pasta, agrega proteína, si es un vegetal agrega ambos: carbohidratos y proteínas.
Mientras ve tv o está ocupado
Si la rutina de ir a la mesa o a su mesita especial no te está funcionando, no intentes ser tan perfecto y organizado, es más importante que coma que la disciplina en este momento. Avanza en uno y luego resolverás el otro. Así que cuando mira televisión intenta ponerle snacks saludables como fruta picada o sandwichitos cortados de manera especial, también unas pocas verduras podrían servir. El objetivo es que coma y pruebe cosas distintas casi sin notarlo y bajo tu mirada escrutadora.?