Hay actitudes del día a día que son, aparentemente, comunes pero pueden llevar a un matrimonio a la ruina. Sepa cómo evitar el divorcio:
1. Secretos No deben existir secretos entre marido y la mujer. La mayoría de las veces, la esposa siempre busca una amiga, alguien con quien compartir secretos y ese amigo debería ser su esposo con quien va a estar el resto de su vida y viceversa.
2. Amistades Cuando usted mantiene una amistad con una persona del sexo opuesto, es un problema, por eso provoca celos y conflictos en el matrimonio.
3. Problemas mal resueltos Cuando los problemas se arrastran durante días e, incluso, años el matrimonio está entregado a la ruina. Nunca deje que los problemas permanezcan, por más chicos que sean. Ustedes deben conversar y entrar en un acuerdo lo antes posible.
4. Intimidad La crisis en la vida íntima del matrimonio es la primera señal de que las cosas no andan bien, ya que los problemas surgen y el matrimonio termina distanciándose.
5. Respeto Cuando no hay más consideración de uno hacia el otro, deja de haber respeto, provocando que el amor se termine.
6. Egoísmo En el momento que cada uno quiere ser beneficiado, priorizando sus propias necesidades y deseos, termina olvidándose que el amor se muestra cuando uno se da al otro.
7. Falta de comunicación Esto sucede cuando el matrimonio no conversa más, no sienten más placer de estar juntos o compartir sus sentimientos. Eso es negativo, porque sin comunicación, ¿cómo resolverán ambos, los problemas existentes?
8. Familia Siempre existen problemas cuando padres, hermanos y parientes se entrometen en los problemas del matrimonio, ya que uno de los dos no aceptará esa situación.
9. Traición La traición va a traer desconfianza, falta de respeto y tristeza. Cuando existe la infidelidad, el matrimonio comienza a distanciarse y las discusiones son casi inevitables.
10. Ofensas En algunas situaciones el matrimonio tiene dificultad para lidiar con determinadas emociones. La ira es una de éstas. En una discusión, se dicen palabras que hieren y una vez dichas, no hay forma de retroceder. Las ofensas sólo hacen que el matrimonio se separe y debilita la relación.