No es nuevo que los fenómenos del libro de Éxodo despierten la curiosidad y la admiración de las personas. Lo interesante es que los acontecimientos relatados en las Sagradas Escrituras, a lo largo del tiempo, se convirtieron en objeto de gran interés y estudios de investigadores en todo el mundo. Vea a continuación las 10 explicaciones científicas sobre algunas situaciones mencionadas en la Biblia:
1) Según el egiptólogo Jim Hoffmeier la adopción de Moisés por la hija del faraón pudo haber sido algo sencillo, pues en aquella época, Egipto tenía escuelas en los palacios donde los hijos de los reyes y niños extranjeros podían estudiar y ser hospedados.
2) Hoffmeier también dice que, cuando los padres no podían o no querían cuidar a un niño, lo dejaban en un cesto y que esa práctica siempre ha sido percibida en diferentes culturas.
3) El epidemiólogo John Marr, que es especialista en desastres naturales, sugiere que las plagas se iniciaron por la proliferación del microorganismo Pfiesteria piscicida en las aguas del Nilo, afectando el ecosistema y desencadenado otros problemas.
4) Marr observa que, aunque sean raras, las lluvias de granizo y la invasión de langostas, son fenómenos que ocurren en la actualidad en Medio Oriente.
5) Él tampoco descarta que los peces muertos puedan haber provocado el efecto de color rojo en el agua del río Nilo y que la contaminación podría haber hecho que las ranas huyan. La muerte de las ranas habría originado la gran cantidad de moscas, las cuales podrían haber llevado las enfermedades a los animales, ocasionando su muerte, como narra la Biblia.
6) Por otro lado, la muerte de los primogénitos habría sucedido por la ingesta de granos y alimentos contaminados. Como los primogénitos eran privilegiados, pueden haber ingerido una mayor cantidad de alimentos contaminados por microorganismos.
7) Marr también cree que las plagas pueden haber comenzado con las cenizas de un volcán, lo que habría contaminado las algas del Nilo. En el siglo XVI antes de Cristo (a. C), una isla griega fue destruida con la erupción de un volcán de fuerza mayor que una erupción nuclear. Las cenizas de ese volcán fueron encontradas en el océano en dirección al Nilo, estudiado por el oceanógrafo Jean-Daniel Stanley, del Instituto Smithsonian, en Washington, Estados Unidos.
8) La Biblia cita que 600 carros (carruaje de guerra de dos ruedas, movido por dos caballos), salieron para seguir a los hebreos durante el éxodo en dirección al Mar Rojo. Un sitio arqueológico egipcio, excavado en 1997, encontró un espacio que servía como establo con capacidad para aproximadamente 500 carros.
9) Sobre la división de las aguas del Mar Rojo, el geólogo Floyd McCoy, de la Universidad de Hawai, encontró evidencia de tsunamis en el fondo del océano que rozaron el Mar Mediterráneo, alcanzando el delta del Nilo. Así como los tsunamis provocan cambios en el nivel del mar, la división del Mar Rojo pudo haber sucedido de esa manera – algo con lo que el especialista de la Universidad de California del Sur, Costas Synolakis, concuerda.
10) El investigador del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de los Estados Unidos, Carl Drews, cree que la apertura de las aguas pudo haber sido causada por los fuertes vientos, con base de informaciones obtenidas de una simulación por computadora mostrando los efectos de una fuerte corriente de aire venida del este.
Aunque los investigadores, como los que fueron presentados, busquen respuestas científicas a los fenómenos descriptos en la Biblia, es interesante observar la gran cantidad de hechos extraordinarios que simultáneamente, revelan, la acción de Dios por detrás de todos esos eventos.
Como el profeta Isaías observa: “¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? (…) He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. (…) ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? Isaías 40:12-18
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