El texto bíblico nos revela que existen dos tipos de personas (siervos) en la obra de Dios.
“Algunos, a la verdad, predican a Cristo aun por ENVIDIA y RIVALIDAD, pero también otros lo hacen de BUENA VOLUNTAD; estos lo hacen por amor, sabiendo que he sido designado para la defensa del Evangelio; aquellos proclaman a Cristo por ambición personal, no con sinceridad, pensando causarme angustia en mis prisiones”. Filipenses 1:15-17
La pregunta es: ¿qué tipo de SIERVO he sido?
Todos los que sirven en la obra deben hacerse 3 preguntas a sí mismos:
• ¿POR QUÉ estoy haciendo esto o por qué voy a hacer aquello?
• ¿PARA QUIÉN lo estoy haciendo?
• ¿POR QUIÉN lo hago?
Las respuestas deberían ser:
• PORQUE soy un siervo.
• PARA mi Señor Jesús, que me escogió.
• POR las almas que están perdidas.
“Y todo lo que HAGÁIS, hacedlo de corazón, como PARA EL SEÑOR y no para los hombres, SABIENDO que del Señor RECIBIRÉIS la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien SERVÍS”. Colosenses 3:23-24
Pr. Júnior Galvão – Templo de los Milagros, CABA, Argentina